En todos los casos son dos enlaces semanales de ida y vuelta. La programación es compleja, ya que unos vuelos se pueden comprar por los canales habituales (web y agencias), mientras que otros están restringidos a las embajadas o al centro de atención telefónica. En la práctica, esto depende de cada país y de las cambiantes restricciones. Iberia tramita cada vuelo de forma individual.
Iberia ha recuperado la mayoría de rutas permanentes con Latinoamérica, truncadas por el coronavirus, si bien tiene pendientes, todavía, las dos con Brasil (Río de Janeiro y São Paulo), Guayaquil y Medellín, todas en estudio y que previsiblemente se reanudarán entre noviembre y diciembre (Iberia aumenta frecuencias con 16 países de América en octubre).
En el caso de Estados Unidos la aerolínea española ya vuela hacia Nueva York y Miami, y tiene pendiente de retomar Chicago, Boston y Los Ángeles, destinos que hasta el Covid-19 operaba todo el año o la mayoría de los meses. Según Eurocontrol, Iberia está operando ahora un 70% por debajo del año pasado en estas mismas fechas.
Iberia ha recuperado la mayoría de ciudades latinoamericanas, pero esto no significa que se opere con la misma intensidad que antes. Un ejemplo de ello es México, la ciudad con más frecuencias semanales, cinco, una cifra que contrasta con los dos o tres vuelos diarios hasta hace poco más de medio año.
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