Algunas verdades oscuras…

Está podrido y huele, desde lejos, a nacional-socialismo que ha extendido en Europa y en los Estados Unidos el antijudaísmo más criminal y un odio desmedido contra el imperio americano.

Toda la basura de odio y venganza desplegada por Black Lives Matter, y todo el maloliente estiércol acumulado en una izquierda moderna de mentirosos degenerados, le importa un carajo a la gente decente.

Esto hay que dejarlo claro, no sea que se malinterpreten las ideas. Lo que hace el equipo de Donald Trump es digno de ser copiado entre las naciones aliadas de Washington. «A los que van de progresistas por la vida hay que dejarlos que lo quemen todo y que -además- quede claro quién lo ha hecho»…

Mis familiares y amigos en América siempre me hacen recordar que Estados Unidos es un gran país precisamente porque sabe elegir el “sabio momento” para ajustar cuentas. Pero Donald Trump no lo tiene nada fácil ya que un golpe de Estado, claramente al descubierto, lo tiene prácticamente maniatado.

¿Qué gritan que los negros importan más que nadie y a los blancos que les den por el culo? ¿Que los monumentos hay que destruirlos todos? ¿Que la historia hay que reescribirla? ¿Que la bandera hay que quemarla?

Dicen que las verdades duelen, pero la verdad más oscura es que a los nuevos embaucadores que creen manejar una supuesta ciencia política, les da igual perder a todos sus palmeros, a todo ese rebaño de idiotas desgraciados que los votaron.

Sembrar el caos es una estrategia de robo muy antigua, y la demagogia neo-comunista de la peor ralea política despliega al subproletariado y lo manipula fácilmente, con un desprecio absoluto por la paz y el sosiego necesarios para estos tiempos difíciles.

Hasta un político idiota perfectamente diagnosticado por el Sistema de Salud, sabe representar espectáculos de circo y estratégicos abrevaderos para que la chusma alimente la oquedad de su cerebro de zombi, a la espera de que aplaudan enfervorecidos a sus líderes.

En la patética expresión de sus estrafalarias ideas se esconde el único propósito de apariencia científica: eternizarse en el poder para siempre brindado en el gran banquete ad vitam…

Cuando un payaso hijo perra, supuestamente experto en revoluciones, revisa el pasado para encontrar comisiones ilegales, robo de placas solares, ballenas enlatadas en escabeche, y elefantes muertos por la pandemia, está declarando unilateralmente a la chusma que le aplaude, que tiene el poder…

Tiene la fuerza política, con un golpe de suerte, de nacionalizar los bienes de la nobleza, la fortuna de los banqueros y el destierro y muerte de los reyes; hurgar en el pasado es muy fácil, animados por la inmoralidad bolivariana y a la manera de la grotesca gobernanza de los narcotraficantes.

Es la obsesión del macarra con títulos de la periferia… Matrículas baratas para que hijos de fraperos y de rameras del arrabal, carne de cárcel, salgan a escena con sus festivos disfraces parlamentarios; esos patéticos personajillos del diablo a los que se les concede una cuota de poder en nombre del espectáculo…

Advierto a esta basura política que la gente decente toma nota y reclamará su justiciero ajuste de cuentas. Aristotélica es la deducción pues cuando una élite de dudosa extracción social surge de las alcantarillas, siempre vuelve a la cloaca como imperativo del destino.

Los ladrones de la localidad muestran su patética incultura e ignorancia en el contexto de lo “federal”; es por eso que ahora todo lo que está podrido se extiende como la pólvora «que se inventó para todos»… Los conservadores estadounidenses siguen advirtiendo a España que la socialdemocracia está dispuesta a destruirlo todo.

En lo global, por así llamarlo, China ha decidido que la guerra contra Estados Unidos ya ha comenzado. Esto es muy serio pues todo lo demás carece ahora de importancia, porque ya se ha desatado el que será el mayor conflicto militar de la historia humana.

Así que el payaso socialdemócrata español, por excelencia, se ha retratado pero muy bien… A tenor de lo visto en las patéticas imágenes que ofrece el miserable Rodríguez Zapatero, dirigiendo “tácticamente” a los asesinos narcotraficantes de Caracas hacia la victoria final bolivariana con ideas estrafalarias, y estrategias de salón, para vencer al imperialismo yankee, sugieren que Felipe González debería explicarle algo urgente:

«No hay nada más bajo y ridículo en esta vida, pedazo de gilipollas, que destruir al imperialismo americano con la ayuda militar del imperialismo chino, idiota, porque los españoles seremos, entonces, esclavos del Partido Comunista Chino y tú serías el soplapollas de Beijing...»,

O esto otro…

«Sustituir un imperio por otro es propio de sodomizados ideológicamente en la edad juvenil barbilampiña, y ahora, en la edad tardía te convierte en un vulgar y patético comenabos en la Ciudad Prohibida»

Me escriben desde Beltway, y me advierten, que los “zapateros” abundan en Alemania y se han incrustado en Bruselas… La explicación sociológica de Washington es que los cobardes, ignorantes adoctrinados en las Juventudes Socialistas se sienten protegidos con la opinión dominante.

Y siguen sin actualizar los conocimientos de filosofía política, sencillamente porque nunca la estudiaron. Medrar en las administraciones, al pairo de los comisarios políticos, crea el peligroso burócrata socialista que ha destruido la escuela pública a los ojos de todos los incautos.

Confieso que esas cosas me ponen triste. Cuando conoces la historia, dispones de un baúl de referencia de la peor basura humana. Creo que no hace falta puntualizar que han prostituido las universidades y están pudriéndolo todo.

Han confundido las apetencias sexuales con la gobernanza. Y eso trae graves consecuencias. Cuando sus comisarios sexuales de la diversidad viven más de una generación atrincherados en la administración, se sienten reyezuelos apasionados por las apariciones espectaculares como las del patético y grotesco, payaso Simón.

Veinte años metiéndose por el trasero el supositorio doctrinario de la “toxicidad masculina” convierten a cualquier político “progre” en un cobarde amanerado de por vida que deja ver sus “maneras” de hijoputa amenazando siempre con más poder para el gobierno socialdemócrata, aprovechando la pandemia, el caos y la miseria de los ciudadanos.

Lo poco que queda de la prensa libre, intenta explicar lo que está ocurriendo, pero la ridícula y apestosa autocensura, o el pánico a la multa y el miedo a perder el empleo, han establecido el silencio de los cementerios en el territorio de la libre expresión de las ideas.

Espero que la gente decente esté aprendiendo de todo lo trágico que se vive en Estados Unidos. Porque esto no va a quedar así y habrá un ajuste de cuentas histórico que nos mostrará los horrores que han provocado los nuevos nazis del siglo XXI…

Creí que exageraban en Capitol Hill… Pero los socialdemócratas, lo van a pagar muy caro. Gente muy perversa que han establecido en la Administración sus respectivos despachos de la «Gestapo» desde donde controlan a los que no comulgan con sus aberraciones ideológicas y laicas que ahora abarcan todo el espectro de ideas recogidas en su catequesis sexual para control de masas.

Si no construyes el muro defensivo que proteja nuestra democracia y nuestra libertad, los asesinos de esta mafia, intentarán derribar nuestra línea de frente.

Si no te organizas para combatir a los novísimos nazis-socialistas, carecerás de las armas adecuadas para defenderte y defender a los tuyos. No puedes detener en seco a los comisarios políticos que se llaman socialistas con un espejismo o una alucinación.

El programa de Godesberg, esos «cambios trascendentales» inventados por Berlín para liderar a la clase obrera, cambios que un día sirvieron para disfrazar el capitalismo salvaje con un maquillaje social, más humano, ya no vale nada…

Está podrido y huele, desde lejos, a nacional-socialismo que ha extendido en Europa y en los Estados Unidos el antijudaísmo más criminal y un odio desmedido contra el imperio americano.

Hemos sido demasiado blandos con estos peligrosos farsantes alemanes especializados en la manipulación política del rebaño, y nuestro viejo sueño de dejar a los jóvenes, a nuestros hijos, el mejor país del mundo en el que se pueda vivir en paz y alcanzar un grado de felicidad incomparable, se convertirá en una pesadilla si no detenemos a estos cabrones.