En ese orden, afirma que las estadísticas de mercados de trabajos como las que detallamos a continuación, son escalofriantes:
• Antes de la pandemia, el número de desocupados abiertos era de 294 mil.
• La seguridad social registra durante la pandemia una desafiliación de 344 mil.
• La informalidad total fue de 2 millones 532 mil.
Caram indica que la suma de estos valores, significa que tres millones 270 mil dominicanos carecen de condiciones dignas de trabajo caracterizadas por acceso a los servicios provistos por la seguridad social,? que generan mayor demanda de servicios al Estado con el consecuente aumento de gastos. "Teniendo en cuenta que tenemos 2 millones 700 mil familias, esto significa que todas las familias dominicanas están afectadas por estas condiciones de trabajo. Y aún más, en cada familia dominicana hay 1.2 personas afectadas por la pandemia de la mala calidad del empleo", lamentó.
Señala que está situación tenderá a agravarse, ya que el 52% de las empresas, según detalla la revista Forbes, se verán precisadas a despedir personal exponiendo incluso la estabilidad social y política del país. Guillermo Caram reitera que para detener esta tendencia se requiere de una reforma fiscal que procure el aumento de la producción y la generación de puestos de trabajo; que debería contener, indefectiblemente, revisión del gasto para mejorar su calidad y simplificación tributaria para disminuir impuestos y tasas. Y eliminar discrecionalidades y contrabandos.