Miami.- Hoy, lunes, comenzará el plan de tres fases para "poner otra vez en pie" a los floridanos, como lo ha descrito el gobernador Ron DeSantis, quien ha dejado fuera de la primera fase a los tres condados del sureste más afectados por el coronavirus. Miami-Dade, Broward y Palm Beach, con más de la mitad de los 36,078 casos de COVID-19 confirmados hasta hoy en Florida, que son 615 más que el sábado, seguirán por ahora bajo medidas más estrictas para prevenir el contagio.
El Departamento de Salud de Florida informó este domingo de que los decesos por COVID-19 suman 1,379 y las hospitalizaciones 6,035. Desde el 1 de marzo se han realizado 429.970 pruebas, que en un 8,4 % de los casos han sido positivas, pero si se tienen en cuenta solo los casos confirmados en los últimos 10 días la tasa de positivos está entre el 4,12 y el 6,18 %, según ha resaltado DeSantis, que convoca ruedas de prensa a diario.
El primer caso de COVID-19 en Florida se confirmó el uno de marzo y algunas ciudades y condados empezaron a tomar medidas ese mismo mes, pero el republicano DeSantis se resistió todo lo que pudo a poner al estado entero bajo confinamiento y a cerrar todos los negocios salvo los "esenciales". La orden de permanecer en casa para toda Florida entró en vigor el 1 de abril y se extendió tres días hasta mañana lunes.
Nada será igual
Salvo bares, clubes nocturnos, cines, gimnasios y peluquerías, barberías, centros de manicura y de otros servicios personales, mañana podrán abrir sus puertas todos los negocios de los 64 condados incluidos en la fase uno. Pero nada será igual que antes en la primera fase, cuya duración va a depender de cómo evolucione la situación.
Mantener la distancia física de seis pies (1,82 metros) entre personas y no juntarse más de diez personas a la vez son los principales mandamientos de la fase uno. En el caso de los restaurantes que subsistieron durante el confinamiento preparando comidas para llevar, ahora podrán atender a clientes dentro de los establecimientos pero al 25 % de su capacidad, lo mismo que los negocios de venta al por menor.
Todos los servicios médicos y centros relacionados con el cuidado de la salud podrán volver a funcionar normalmente y realizar procedimientos quirúrgicos, incluidos los estéticos. Sin embargo, los hospitales que reanuden las operaciones que no sean de emergencia deberán estar listos para prestar ayuda a los centros geriátricos.
Más de 400 de las muertes por COVID-19 registradas en el estado se han producido en esos centros, que van a mantenerse aislados como hasta ahora, sin visitas de los familiares a los residentes.
El turismo, un motor apagado
En cuanto a la movilidad, se puede viajar libremente por todo el estado y los visitantes que lleguen a Florida desde lugares que sean focos de COVID-19 deberán ser chequeados en el aeropuerto y ponerse en aislamiento por un tiempo. Los alquileres por temporada a través de plataformas siguen suspendidos y en el caso de los hoteles y otros lugares de alojamiento solo se les permite prestar servicios esenciales.
Ni los parques temáticos por los que tanta gente visita Florida ni los cruceros pueden funcionar por ahora. Esto significa que el sector turístico, el principal motor económico de Florida, que recobió 68,9 millonrsd fr visitantes de otros lugares de EEUU y del extranjero en el primer semestre de 2019, todavía tiene que esperar.
Desempleo en masa
La Asociación de Hoteles y Alojamientos de EE.UU. calcula que de los 747,705 puestos de trabajo que dependen de la industria hotelera en Florida, 336,467 se han perdido o se perderán. El número de despidos y suspensiones de empleo y sueldo temporales en el sector de los parques temáticos, que se concentra en Orlando (centro de Florida), se cuenta también por miles. El índice de desempleo ajustado por temporada subió en marzo al 4,3 %, 1,5 puntos más que en febrero, y se estima que en abril subirá exponencialmente pues fue el mes del confinamiento.
Las solicitudes del subsidio de desempleo aumentaron en más de 426,000 la semana pasada en Florida y el mal funcionamiento de la página oficial para reclamar esos pagos han hecho que un grupo de ciudadanos haya demandado judicialmente al gobernador. El índice mensual de confianza de los consumidores que realiza la Oficina de Investigación Económica y de Negocios de la Universidad de Florida se desplomó en marzo y quedó con 11,2 puntos menos que en febrero.