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La candidata Marina Silva
La candidata Marina Silva

Oposición brasilera busca giro en comercio exterior

miércoles 17 de septiembre de 2014, 17:17h
La candidata de la oposición, ex Ministra de Medio Ambiente Marina Silva, está empatada en las encuestas publicadas la semana pasada con la presidenta Dilma Rousseff.

Fuente: Miamidiario

Brasil.- La contienda electoral por la silla presidencial de Brasil abrió la posibilidad de un giro importante en la política exterior y económica que podría incrementar relaciones entre el gigante de Sudamérica y países desarrollados como Estados Unidos y Europa.

La candidata de la oposición, ex Ministra de Medio Ambiente Marina Silva, está empatada en las encuestas publicadas la semana pasada con la presidenta Dilma Rousseff. La mandataria llevaba la ventaja rumbo a los comicios del 5 de octubre hasta que Silva entró a la contienda en agosto tras la muerte del primer candidato del Partido Socialista Brasileño, Eduardo Campos, quien iba en un lejano tercer lugar con Silva como su compañera de fórmula.

La ecologista con orígenes en el gobernante Partido de los Trabajadores de centro-izquierda ya estipuló su deseo de un cambio de énfasis en las políticas fundamentales que el partido en el poder ha seguido desde que asumió la presidencia Luiz Inácio Lula da Silva en 2003. Entre los planes está alterar reglas impuestas como condición para permanecer en el bloque comercial Mercosur, que prohíben a sus miembros negociar tratados bilaterales con otros países.

"La tendencia en el Mercosur es la inmovilidad", dice la plataforma de Silva. "Brasil no puede correr el riesgo de quedar al margen de los flujos tecnológicamente más innovadoras del comercio."

Brasil es la séptima economía más grande del mundo y cuenta con abundantes productos agrícolas y minerales, así como de ricos yacimientos petroleros. Sin embargo, Silva reclama que que se ha quedado fuera de las cadenas de producción globales por la falta de relaciones comerciales. Las propuestas de Silva incluyen aproximarse más a las grandes economías, no caer en "vicios ideológicos" y establecer el respeto a los derechos humanos más prominentemente en su agenda diplomática, aún si implica reprochar abusos de los países vecinos.

"La oposición hace más énfasis en lograr una relación más fluida con los países desarrollados", dijo el exembajador de Brasil en los Estados Unidos, Rubens Barbosa. "Dilma continuará dándole prioridad al Sur-Sur", la cooperación entre países en desarrollo para el comercio, inversión y otros intercambios, que inició a impulsar Brasil con la entrada al poder del PT.

Resaltado por expertos y diplomáticos, en el plan de Silva hay una propuesta de deshacerse de una regla del Mercosur para permitir que el país no permanezca de brazos atados por las decisiones del bloque que conforman también Venezuela, Argentina, Paraguay y Uruguay. Hasta hoy, ha sido imposible arrancar un acuerdo comercial con la Unión Europea, por discrepancias en la eliminación de aranceles para comerciar bienes.

La economía de Brasil prosperó durante la mayor parte de la década pasada, alimentado en parte por la creciente demanda de sus materias primas en el exterior y un gasto social en programas de lucha contra la pobreza en el país. Sin embargo, este año la economía entró en una recesión técnica, con dos trimestres consecutivos de contracción y justo en el peor momento para Rousseff: de cara a los comicios del 5 de octubre.

En los últimos años, al notar señales de crecimiento débil, la administración de Rousseff impuso mayores barreras a las importaciones, reforzó la vigilancia en los puertos y aumentó restricciones para incentivar contenido local en proyectos urbanos, inclusive si el costo es mayor.

Las propuestas de Silva señalan un giro hacia lazos más fuertes con los países desarrollados. Hasta ahora, China y Estados Unidos son los principales socios comerciales del país.

Uno de los ayudantes de Silva, Mauricio Rands, recientemente tomó el micrófono en un evento de campaña donde develaron los planes de la candidata.

"Va a haber un cambio de rumbo en la política exterior", indicó Rands. "Brasil debe ser el promotor de los acuerdos bilaterales y regionales."

En mítines electorales, Silva frunce el ceño y apunta con el dedo índice cada vez que cuestiona al gobierno al preguntar cómo es que Rousseff culpa a una crisis internacional por la recesión cuando la economía de Estados Unidos ya se está recuperando.

Además de reforzar relaciones comerciales con Estados Unidos y Europa, muchos esperan que la contrincante de la presidenta, quien saltó a la fama como defensora de los derechos humanos y del medio ambiente, cambie la tradición brasileña de ignorar en gran medida presuntos abusos en países amigos como Venezuela y Cuba, que reciben grandes inversiones y apoyo diplomático de Brasil. Ninguno de los países se mencionó en el programa de gobierno de 242 páginas de Silva.

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