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El año 2020 será horrible; esto es el fin…
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El año 2020 será horrible; esto es el fin…

Por Alfonso M. Becker
jueves 02 de enero de 2020, 05:14h
En el mismo momento en el que suenen las campanadas del nuevo año, la gente notará la falta de oxígeno y abrirá las ventanas de su casa esperando que el aire fresco llene sus pulmones…
Si es usted un desgraciado que no tiene casa, no se preocupe, abra las ventanas, de una puñetera vez y trate de respirar. Eso está mejor… Así se hace…

¿Cómo dice usted, maldito mendigo de la periferia? ¿Que si no tiene casa, no hay ventana? ¡Pero bueno! ¿Qué tontería es esa? ¿Por qué cambia de conversación? ¿Es usted idiota de nacimiento?

No quiero alarmar a la población mundial pero creo que es una obligación moral, de talante europeo, advertir que el metano lo envuelve todo, da asco respirar, huele a inmundicia de excremento vacuno; y si cree que la brisa marina es mejor, váyase a la playa y comprobará que la orilla es un cementerio de ballenas muertas y podridas por el calentamiento de las aguas marinas…

Si no me cree, póngase el bañador y métase en el agua; verá cómo sale con los testículos evolutivos destruidos, o sea, con los huevos fritos.

Este nuevo año será fatal para la humanidad.

¿Que los polos se están derritiendo y que la temperatura sube, y sube, y sube, y… ya no hay vuelta atrás? Y a mí qué me cuenta, perverso proletario del demonio al servicio de Moscú…

En mi opinión, debería hacerle caso a un amigo mío, ruso: “En Siberia la gente se sigue muriendo de frío; que venga por aquí Greta Thunberg con el panfleto climático escrito por su padre”, “Se están haciendo de oro con el monstruo que han creado”. Y la turba ni se da cuenta.

Debo puntualizar que mi amigo ruso es científico y me aclara que el país más contaminante del planeta es China, y solo por eso, el resto del mundo no podrá hacer nada para detener el cambio…

“Todo es mentira, tanto presumir de democracia y el Occidente con sus falsedades, ahora, pretende gobernar con el miedo climático”… “Solo un pobre idiota se traga las mentiras de un político con sus secuaces súper-científicos bramando supuestas verdades indiscutibles”.

Todo esto es tan ridículo que rusos y chinos se mofan de la supuesta “superioridad moral” y climática de una Unión Europea que se desintegrará en este año 2020 que se viene encima; quedan pues, apenas siete días...

¿Es que no tienen sentimientos los lectores críticos? ¿Por qué desprecian a Emmanuel Macron de esa manera?. Me pregunto… ¿Es que no saben que los culpables del calentamiento global son los “chalecos amarillos” con sus asquerosos coches de gasóleo y los piojos que llevan encima esos vagos y maleantes?

¿Acaso Macron contamina con su Porsche Carrera o su Mercedes descapotable? ¿Es que el vulgo no aprende que los motores diésel son los que contaminan? ¿Que quién los fabrica y por qué se venden? ¡Yo qué sé! ¡A mí que me cuenta !

Lo que no pueden alegremente es acusar al guapo de Macron de haber permitido la venta de 4 millones de motores diésel y luego subir los impuestos sobre el diésel para ganarse unos dólares…

“Odiosa chusma proletaria que no sabe lo que quiere”… Que si hay una ola de frío, que si viene una ola de calor… “Nunca están contentos con lo que tienen, y lo único que saben es contaminar”…

“Son guarros por naturaleza… Ellos están cambiando el clima, incendiando la ciudad; quieren que suban los sueldos para poder ir a prostíbulos de moda, que baje el precio del gasóleo; y hasta reivindican pensiones vitalicias”…

Con razón Francia ha desplegado su discurso más “revolucionario” contra Donald Trump y contra Bolsonaro: dos animales del capitalismo salvaje que arrancan los árboles y se comen los pájaros crudos y con plumas.

Solo la exquisita Francia está capacitada para explicar al mundo las bases fisiológicas de la falsedad política y de la mentira diplomática; y el pueblo francés, desagradecido, se mofa de la Francia anti-americana porque aseguran que al presidente galo le salen las mentiras por el trasero…

Dios Santo… qué ordinariez de personajillo político, que incultura, qué mancebo tan idiota y con tantas carencias intelectuales. ¿Esto es el establishment europeo para conducir la Unión Europea hacia la gloria?

Se comenta en el Elíseo que los obreros y los pobres son indeseables que no creen en la nueva religión climática a pesar de que se fundamenta en el catecismo científico de las bio-ciencias de Macron vinculadas a la naturaleza y la dieta vegana. “Les importa un carajo el fin del mundo”… ¿No son salvajes?

Es muy interesante, a mi modo de ver, esta filosofía, aunque yo no me ponga de su parte ni la aplauda, no vaya a ser que me tomen por incrédulo climático… Y por ende, fuera de la ley.

Yo -particularmente- creo que el clima es precioso, es una delicia, es muy bonito y digno de ser venerado… ¡Viva el clima!

La muchedumbre, en cambio, se emborracha a menudo de superestructuras ideológicas marxistas y desprecian una creencia climática que solo les hará bien a los pendejos.

Sin embargo ellos (las masas) la llaman “la nueva religión climática “müll bildung para tontos del culo” de materia desechable y reciclable, una artimaña simplista para pagar más impuestos y que te bajen el sueldo.

“Lo importante es que la chusma lo pague todo; que corra con todos los gastos” -dijo un multimillonario alemán, levantando su copa de oro y brindando con champán por la entrada del Año Nuevo.

Toda una estrategia de dominio de masas… Habrá que pensar seriamente en esto. Es muy interesante desde el punto de vista filosófico. O sea, una “putada” más de los gobiernos que siempre se llaman democráticos.

No me digan que no son cariñosos con las clases medias y bajas oye, yo creo que lo son porque pueden… Sin más comentarios.

Esta klimatische pseudokultur inventada por Justin Trudeau, un día que estaba disfrazado de bailarina turca, con bragas de terciopelo, le sirvió al villano canadiense para mofarse de Donald Trump que lo contamina todo con el petroleo de esquisto y sus discursos altamente bituminosos contra la religión climática que profesa Justin…

Estos “Macron“ y “Justin“ recuerdan a genios extraordinarios surgidos recientemente en la geopolítica por su exagerada sobreactuación espectacular, su disposición a gustar a la diversidad “galáctica“ , y sobre todo por su raro talento hacia lo maravillosamente estúpido.

Aconsejo a los lectores, pues, que se arrodillen ante esta nueva religión y dejen de fornicar en los ascensores porque la incredulidad “climatoide“ no solo está mal vista, sino que los estados perversos disponen de una “policía climática“ con más ataques de ira que Greta Thunberg…

Polizontes climáticos que te señalarán en la prensa “vendida“ al sistema…

No deberían olvidar los lectores las históricas palabras de Thomas Jefferson, que dijo en su día: “prefiero periódicos sin un gobierno” a “un gobierno sin periódicos” ; ya que no hay nada más importante en Estados Unidos que la libertad de expresión para defender la democracia.

Pero pocos años después, se arrepintió ante el estado lamentable del periodismo estadounidense… Hoy se puede repetir esa histórica frase: “la verdad misma se vuelve sospechosa en un tabloide manipulador y en un oficio contaminado”.

¿Es odio entonces? ¿Odio religioso? ¿Odio climático? ¿Lucha bituminosa por el poder mundial? ¿Hay algo de sexo tóxico en todo esto? Se pregunta el establishment… El tonto del Elíseo quiere encontrar un culpable.

Y en esta orgía caótica de violencia callejera, que aumenta cada día, en todo el planeta contra las clase dominante a la cual pertenezco, gracias a Dios: ¿No cabe la sospecha, denunciada por el Partido Demócrata, de adulterio cometido por la Primera Dama, conocida por FLOTUS, con un gilipollas canadiense?

Se habla solo de “miradas encontradas“ entre Justin y Melania… Nadie tiene pelotas para escribir algo más…

El año que se avecina no puede ser más aterrador… POTUS, que así llaman a su presidente los estadounidenses, podría estrangular con sus propias manos al macarra de Justin sin que se le moviera su tupé zanahoria y blasfemando contra el Partido Demócrata...

“Malditos hijos de perra del pantano“…

La cosa no es tan simple… la teoría que baraja el FBI apunta a que Justin Trudeau podría ser hijo de Vladímir Putin, lo que confirmaría la tremenda maldad de Moscú de enviar un agente para que le pusiese los cuernos al gran Donald en el mismo Despacho Oval...

Todo indica que cualquier cosa vale para derribar a la administración Trump… Aunque mi opinión de experto me lleva más a sospechar que el mariquita de Justin es chino y que en realidad ama a Xi Jinping… ¿O quizás es al revés?

Si esto no es para empezar la Tercera Guerra Mundial, que venga Dios y lo vea… La decadencia sexual se ha adueñado de Occidente.

Todo lo malo está por llegar en el 2020… Ayer, una actriz de Hollywood se casó con un burro y le juró amor eterno ante el altar…

Toda la ceremonia iba perfecta hasta que el cura, que era transexual, se fijó en la hermosura del burro y se lo robó, saliendo al galope de la iglesia y atropellando de muerte a cuatro ancianas que se manifestaban en Rodeo Drive por la subida de las pensiones…

Tal como veo el clima, muy pronto se abrirá la tierra y se tragará al guapo de Justin dando un discurso sobre lo feminista que es y lo mucho que ama a todos los animales en peligro de extinción…

¿Por qué hemos llegado a esta situación tan extrema y peligrosa?

Permítanme la expresión indecorosa… La respuesta a esta pregunta geopolítica es porque Donald Trump está hasta los huevos de Europa; hay serias opiniones en el Pentágono de “abandonar la Unión Europea y de que se defiendan ellos solos cuando sean invadidos por Rusia y China”...

Así no hay que discutir más con la frívola troupe política que está destruyendo la Unión… Sus líderes tienen poca capacitación para entender lo que le viene encima a los europeos.

El 2020 será horrible, no por el cambio climático que ocurre desde hace millones de años, sino porque la antropogénesis nos ha enseñado que la verdadera basura que destruye nuestra casa, la Tierra, es el ser humano inculto, poco evolucionado, y con carencias intelectuales notables…

Sí… estoy hablando de los políticos manipuladores del establishment y sus nauseabundos palmeros de la prensa del sistema.

No solo tienen el manejo exclusivo de la mentira, como dijo en su día, Jonathan Swift, sino que nadie suelta las falsedades políticas con más gracia que un idiota de la élite y sus esbirros “elegidos” de los mass-media… Sencillamente porque ellos mismos se las creen…

Las grandes mentiras aterradoras difundidas por el legendario club Scriblerus en el siglo XVIII del Londres más creativo en literatura satírica, se difunden hoy por unos mercachifles multimillonarios.

Mercaderes de costumbres frívolas sin ningún signo de humanismo en su intelecto; que no tienen nuestro respeto porque son muy peligrosos para la gobernanza.

Hay pocas posibilidades de que las grandes desgracias no aparezcan en este nuevo año 2020.

Esto es el fin… será horrible.
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