El Día Internacional de la Danza fue establecido por la Unesco en 1982, atendiendo a una iniciativa del Comité Internacional de la Danza, perteneciente al Instituto Internacional de Teatro (ITI/UNESCO). Para celebrar la danza, se eligió el 29 de abril, por ser el natalicio de Jean-Georges Noverre, innovador y estudioso de este arte, maestro y creador del ballet moderno.
Bailar, es ser en el momento. Es estar atento a las señales emitidas por las sensaciones y dejar que éstas se transformen en la esencia de cualquier sentimiento, cualquier forma y cualquier contenido. Pero sin olvidar nunca de donde venimos. cuando me preguntan de qué trata mi trabajo, lo primero que contesto es que trata de si mismo. Trata de cómo todos sus elementos se combinan para crear su propia narrativa.
Una narrativa de danza del volumen, de la delicadeza, del uso del poder explosivo. La búsqueda del movimiento, de la organización y de la estructura. Reírnos de nosotros mismos, de la dinámica, de la exageración, de la subestimación, del vínculo entre placer y esfuerzo, y de la sublimación de la locura, de la pasión y de la fantasía que expresa cada bailarín hasta alcanzar una forma clara.
En su punto culminante, la danza puede llegar a ser sublime, aunque no alcance la perfección. Necesitamos resistirnos al pensamiento conservador y convencional que tiene raíces en muchos sistemas educativos y formativos de la danza, y sustituir lasviejas ideas por otras nuevas y mejores. Además no olvidemos nunca de bailar un poco cada día…
Además no olvidemos nunca de bailar un poco cada día… y cuando lo hagamos que no sea frente a un espejo.
Traducción: Catalina González Melero.
Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía.
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