Santo Domingo.- En declaraciones separadas, los cancilleres de República Dominicana, Miguel Vargas, y Haití, Antonio Rodrigue, han asegurado que tienen la intención de realizar las acciones necesarias para solventar la crisis que se vive en Pedernales, donde dos nacionales haitianos son acusados de asesinar a una pareja de agricultores dominicanos.
Uno de estos sujetos, de nombre Noel Ednol (a) Libón, se encuentra en Haití, donde las autoridades lo detuvieron el 19 de febrero pasado.
El miércoles, la Policía Nacional informó que, además de reforzar la seguridad en Pedernales, han establecido contactos con autoridades haitianas para que extraditen a Ednol y responda ante los organismos de justicia nacionales.
La extradición
Rodrigue indicó en sus declaraciones de este jueves que nos existe un tratado de extradición entre ambas naciones. Agregó, además, que no han recibido una solicitud formal de parte de las autoridades dominicanas.
Aseguró que su gobierno "trabaja para hacer todo lo posible para que este asunto no cree una crisis más".
El ministro de Relaciones Exteriores dominicano, Miguel Vargas, dijo, por su parte, que este hecho no afectará las relaciones diplomáticas. Adelantó, asimismo, que se encuentra trabajando con la cancillería haitiana para crear una estrategia conjunta que solvente la crisis.
Y, aunque no hizo referencia al termino extradición, sí se refirió a la necesidad de establecer mecanismos que permitan que los tribunales nacionales juzguen agresiones como las ocurridas en Pedernales.
El abogado Héctor Pastor Vásquez indicó a la prensa este jueves que ambos países sí disponen de un tratado de extradición, el cual se firmó en Uruguay en 1933 y al que se ha recurrido en el pasado, en la época de Trujillo y más recientemente en el 2000, cuando el coronel haitiano Jean Cols Remeau se había refugiado en República Dominicana y esta nación procedió a entregarlo a Haití debido a las acusaciones en su contra por violaciones de derechos humanos.
Inicio de la crisis
El lunes pasado, habitantes de Perdenales amenazaron a emigrantes haitianos de expulsarlos a la fuerza, si el día siguiente no se retiraban de la localidad. Esto como represalia por el asesinato de Julio Reyes Pérez Matos, de 66 años, y de su esposa Nereida Urbáez, de 55, supuestamente a mano de dos haitianos que trabajaban para ellos.
Este anunció provocó el desplazamiento de agentes militares y de la Policía Nacional hacia Pedernales para mantener el control en la zona.
Con información de EFE
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