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Sad and ridiculous American empire...

Por Alfonso M. Becker
martes 15 de agosto de 2017, 17:37h
Sad and ridiculous American empire...
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“La opinión prevaleciente de que China es la próxima potencia global está alimentando e impulsando sentimientos megalomaníacos en dicho país” Z. Brzezinski
Los más lúcidos de entre la morralla de políticos que ha dado Washington en los últimos veinte años indican que algo va mal en the backstage of the show's geopolitics cuando las familias mafiosas de la peor estirpe, demócrata y republicana, tan blancas como los Clinton o tan negras como los Obama, chupópteros profesionales, se han enzarzado en una pelea a navajazos traicioneros en Capitol Hill mientras el cada vez más numeroso y variopinto enemigo de los Estados Unidos acecha sobre lo que ya ven como un imperio enfermo que agoniza y que apenas se sostiene en pie… Eso es lo que ven los terroristas musulmanes; eso es lo que percibe el genocida gordinflón de Pyongyang, exactamente eso es lo que entienden los proxenetas y narcotraficantes gubernamentales que matan ciudadanos y esquilman Caracas...

Así que, la valiosa ventaja de la que disponía la corte de Washington, no solo en el terreno militar sino ejerciendo ese poder blando del que tanto presumía, ha sido despilfarrada, en primer lugar, por un negro advenedizo que parecía sacado de una liga de baloncesto de escuela secundaria y que presumía de dinamismo anatómico bajando del Air Force One como si fuese una estrella de la NBA pero bajo los influjos del crack; como si lanzara el mensaje subliminal de que el clorhidrato de cocaína con un poquito de bicarbonato sódico fuese una revolucionaria transgresión black power del histórico espíritu americano por parte de una juventud “guay del Paraguay” en la negroide sociedad del espectáculo.

El negro que conquistó la cima del mundo ¡ Mamá he subido a lo más alto que se puede subir !… Pero resulta que no conquistó nada… Las leyes del espectáculo político te encumbran a la fama, es cierto; te dan tanto dinero que puedes llamarlo fortuna o miles de millones de dólares para tu paso por esta vida y para que tus descendientes vivan de tu legado o de tu apellido, de tu mala fama, o como quieras llamarlo… Pero en el gran teatro del mundo calderoniano, además de la posibilidad de adquirir fama, también tienes todas las papeletas -según el oficio- para que te cubras de mierda hasta el cuello si eres un vulgar parásito de la élite “afroamericana” que a fuerza de hip hop, breaking para caminar vacilando y graffiti, provoca el asco manipulador, la náusea intelectual, la mofa y el escarnio en el patio de butacas...

En el Siglo de Oro español se decía que todo advenedizo que sube a la cumbre lamiendo traseros para “servir” a la clase dominante -que por entonces se llamaba “nobleza”- cae irremediablemente en el fango que tiende la sabiduría ciudadana cuando se descubre que era un simple y vulgar rufián con interés desmedido por el brillo del oro y la buena vida a costa del erario público… En la España combatiente eterna contra los moros siempre se le comparaba con el esclavo que -por mor del demonio- se hacía inmensamente rico y se rodeaba de esclavos, negros, blancos y de todos los colores; siendo mucho más sanguinario que sus antiguos esclavizadores…

Sus lagrimitas de actor barato para teatruchos de barrio, sus discursos con oratoria de rap y sus poses de roquero de Harlem con porro de marijuana en la boca, sosteniendo la pared de una esquina en la calle 110 para marcar territorio, ya no convencen a nadie...

El “black power” de un Obama de opereta para tugurios del Bronx que le dejó en herencia un territorio hostil a su odiado magnate de New York, actual presidente, Donald Trump; elegido democráticamente por el pueblo estadounidense. Esa máquina fabricante de desprecio y violencia fue engrasada por Barack Obama…

Ahora que tanto se habla y escribe de racismo, el primer presidente negro preparó el recibimiento adecuado, según la orden de sus amos, para que el “inexperto” Donald se encontrara, de repente y sin saberlo, en medio de una sociedad manipulada repleta de serpientes venenosas y de arenas movedizas… Toda una arquitectura política de caos que le diera miedo al viejo negociante de bienes raíces y optara por lo más sobrio: irse a su casa y a vivir que son dos días… Pero el señor Barack Obama se había topado con un patriota americano dispuesto a lo que no hizo el de Honolulu: sacar a los Estados Unidos del estercolero en el que Obama lo había arrojado.

El grave problema es que Barack Obama creyó que podía “eliminar” del escenario electoral a un candidato, republicano normal y corriente pero con más dinero que cualquier rey de la periferia imperial; creyó -además- que podía hacerlo con medios fraudulentos, con argucias de los bajos fondos y con procedimientos criminales propios de la camorra que se están documentando, día a día, y que pronto saldrán a la luz…

Pero Obama y sus compinches siguen acosando a Donald Trump; de hecho, las “actividades” absolutamente ilegales se van inflando, van in crescendo, sin prisa pero sin pausa, poco a poco, desde el día en que Donald Trump da un susto de muerte a la todopoderosa mafia enquistada en el Partido Demócrata y se queda con el sillón de la Casa Blanca… un peligroso gang al mando de los Clinton que no podía creerse que un “vulgar multimillonario” sin título de Harvard les ganara por goleada, los mandara a tomar por el culo y los dejara en ridículo para las próximas décadas…

Llegados a este punto habría que hacer una encuesta “bipartidista” en Capitol Hill para sacar conclusiones sobre la corrupción política y la actuación de grupos mafiosos en las sagradas instituciones de la república estadounidense en lo que a la “lucha a muerte” por el poder, se refiere… ¿Se pudre el imperio por dentro? ¿Es posible que la comunidad de inteligencia pueda sacar las manzanas podridas del cesto? ¿O quizás esas agencias de inteligencia son coto privado de la mafia? Las preguntas que se hace la ciudadanía norteamericana no tienen respuesta, todavía, a pesar de que el escándalo se ha instalado en lo cotidiano del complejo gubernamental. ¿Alguien ha elaborado un diagnóstico sobre la terrible enfermedad que corroe a los Estados Unidos?

El pronóstico, desde luego, no puede ser otro que el de extrema gravedad porque los agentes “infecciosos” están en el aparato propagandístico del Partido Demócrata… Han dividido a la nación y propagado una extrema violencia que nadie es capaz de controlar porque hasta las universidades públicas están en manos de la peor ralea intolerante que -para colmo- se autodefine como de izquierdas, y su nuevo tipo de producción política espectacular es sumarse a todo lo que sea contra el Gobierno, agrupando para el enfrentamiento a los desposeídos, a los pobres, a los negros, a los terroristas mahometanos, a los hispanos más perversos y llenos de odio contra la patria americana… Está claro que el grito de lucha es: “todos juntos tumbamos a los Estados Unidos de América”…

Washington tiene el enemigo dentro… La policía federal incluso ha dejado escapar la idea de que Homeland está infiltrada de una variopinta “quinta columna” en tiempos de guerra… El FBI advierte a las instituciones que el Gobierno debería explicar a los ciudadanos estadounidense que estamos en guerra permanente y hasta asediados por competidores militares y sus actores no estatales, perfectamente manipulados y dirigidos. Terroristas mahometanos que no descansan nunca y que jamás dejarán de atacar.

De entre todos los exorcismos espectaculares de la Casa Blanca, quizás las respuestas a la bravuconería de terroristas mahometanos persas y la contestación “telegráfica” al gordinflón atómico de Pyongyang, sean lo más patético y triste en la actuación de la que se llama única superpotencia global… Los sanguinarios terroristas del Partido de Allah (Hezbollah) amenazan a U.S.A. desde Libano… Las baladronadas de una república islámica asesina como la de Teherán, acosando a la US Navy en el Golfo de Arabia, no se entiende ni en Estados Unidos ni entre los aliados. Las tácticas y estrategias se inventaron para algo y los persas controlan y desestabilizan a todo el Oriente Medio...

La deriva diplomática y militar no tiene ni dirección ni punto preestablecido… La aparente respuesta asimétrica del Pentágono en Siria, solo puede ser medida por el valioso trabajo del Kremlin. La variación lenta y continua de las tropas del US Army solo se interpretan en territorio sirio gracias al “reparto” de tareas con los rusos y al evidente “socavar” del cada vez más exiguo poder de Bashar Al-Assad… Se puede entender que la violencia “atómica” de Kim Jong un, simplemente obedece a un primer movimiento “en serio” del ejército chino. Está claro que Beijing también amenaza a los Estados Unidos con su ataque militar si se atreve a lanzar un bombardero en North Korea…

Se entiende en geopolítica que los nuevos desafíos para Washington son realmente serios, muy peligrosos y van más allá de un simple conflicto. A los bríos terroristas del resurgimiento islámico se han sumado la potencia militar de China y sus adláteres antiamericanos… La potencia militar que es Beijing no se ha creado y conjuntado para conformarse con la preeminencia regional como tenía previsto y “soñado” el Pentágono. Los violentos movimientos del hardware de guerra chino están listos por tierra, mar y aire… El Departamento de Defensa de los Estados Unidos sabe que China domina el espacio exterior y que golpeará todos los satélites americanos… Los asesinos del Islam se unirán inmediatamente a la potencia china...

Es cierto que los tiempos están cambiando para peor y a una velocidad de vértigo. Supongo que Washington debe saber que cuando los “amigos” no ven músculo de la fuerza militar, entran en pánico y siempre cambian de aliados...

En la guerra, donde las calles no tienen nombre, un triste y ridículo imperio americano parece incapacitado para dar la respuesta oportuna a la terrible amenaza de los que se han juramentado para destruirlo.
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