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Destruir al demonio persa
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Destruir al demonio persa (Foto: Fuente externa)

Destruir al demonio persa…

Por Alfonso M. Becker
“Los persas han tenido dos opciones: consolidar su esfera de influencia en consenso con los Estados Unidos y sus vecinos en Oriente Medio, o promoviendo el terrorismo mahometano contra los judíos y los infieles de Occidente… Han elegido muy mal”

En el juego de la guerra se necesita mucha habilidad y astucia para conseguir un propósito. Como en cualquier otro evento en el que los jugadores quieren ganar, la prudencia el buen juicio y la sensatez, son valiosos elementos que acompañarán siempre a la valentía y al arrojo necesarios en el campo de batalla. Los contendientes ya saben ustedes cuáles son: China como el ente militar más agresivo y peligroso en su esfera regional del Pacífico, sin olvidar nunca que dispone del mejor y más potente hardware de guerra moderna para liderar una coalición que arrastre a varias potencias a disputar la hegemonía del imperio americano…

Las operaciones de tanteo son algo habitual cuando se avecina el gran combate. La potencia militar que es China mueve sus piezas con mucha precaución porque es necesario para ver y comprobar la preparación militar estadounidense, su estado de ánimo y su bravura; intentar averiguar con mucho cuidado la capacidad de respuesta del gran enemigo americano, sus intenciones a la hora de elegir un campo de juego o varios… y sobre todo su disposición para el combate y el interés que tiene por mantener una posición determinada a pesar de los riesgos que exigen los distintos niveles de esa confrontación.

El Pentágono sabe que la guerra total será contra China… Son muy listos y han elegido el mejor momento para tantear… evaluar los parámetros solo comprensibles para los estrategas militares. Será una guerra atroz, contundente y de exterminio… No cabe la menor duda para Washington porque Beijing ha comenzado su guerra lanzando, astutamente, a Korea del Norte y a Irán contra los Estados Unidos y sus aliados. A los estrategas chinos les parece un buen comienzo que un endiablado niñato con delirios de grandeza, loco atómico y dictador genocida, ataque en el Mar de la China y unos fanáticos asesinos mahometanos ataquen desde Teherán…

No hay mejor espectáculo para los geoestrategas de Beijing, desde Sun Tzu, que contemplar qué es lo que sabe hacer Washington cuando es atacado por dos o tres endiablados enemigos mientras los chinos se preparan para el golpe definitivo… El golpe final que puede concederles como premio, el dominio mundial...

La sutileza para engañar a los americanos es de capital importancia porque tiene muchos enemigos declarados en todo el planeta. Teherán encaja perfectamente como Estado terrorista con el fanatismo religioso imprescindible para apostarlo todo en el intento de destruir a los americanos, a los judíos y a los infieles aliados del Occidente… Y el líder supremo de Korea del Norte, Kim Jong un, es el “ingrediente” atómico, o mosca cojonera que obligará los Estados Unidos a decidir un ataque nuclear en la península coreana que, en modo alguno, será permitido por Xi Jinping...

Moderación y cautela ha sido la principal característica de la diplomacia estadounidense pero parece que ha llegado la hora de marcar territorio… Como los perros de la guerra… porque en todo prolegómeno de tanteo es necesario saber quién va de farol… Estados Unidos está siendo asediado en Oriente Medio y bajo amenaza constante de ataque a todas sus bases militares en el tablero árabe. La alerta roja ha sonado en el Pentágono. El detonante para utilizar otras opciones de la panoplia de armas, ha sido comprobar que está siendo atacado en Siria, abiertamente, por las tropas del genocida Al-Assad y por elementos del gobierno terrorista de Teherán.

El destacamento militar de kurdos liderados por Operaciones Especiales del US Army en Raqqa y Tabqa fueron atacados por un avión sirio… y el contingente de tropas estadounidenses, británicas y jordanas del paso fronterizo de Al-Tanf, han sido objeto de ataques por drones armados de la Guardia Revolucionaria Iraní. Todas las aeronaves atacante fueron derribadas por aviones F18E y F15 de la US Navy con base en el portador USS George Bush que, de momento, opera desde el Mediterráneo oriental… Ese “tanteo” ha llegado a extremos de preparar todo el arsenal de Washington para la guerra a una escala sin precedentes.

Como todo transportista de la flota, el último portaaviones de la clase Nimitz, el USS George H. W. Bush (CVN-77), lleva armas nucleares de “respuesta” si se comprueba que cualquier agresión al barco es un ataque de características “estratégicas-globales” por parte de China… No se debería pasar por alto que el USS George Bush ha estado durante más de un año preparándose para su tercer despliegue que ha sido denominado de “guerra total”… Los catorces meses en los astilleros Norfolk Naval Shipyard han sido necesarios para dotarlos de fuerza y potencia de fuego y destrucción para esa guerra de la que hablo...

El grupo de ataque que lo acompaña, destructores, cruceros, submarinos, buques de apoyo y asalto anfibio, están predestinados a una movilidad “determinada” por las circunstancias regionales, entendiendo que serán los movimientos de las fuerzas militares iraníes las que obligarán a algunos de estos barcos, incluyendo dos submarinos atómicos, a atacar Yemen o prestar ayuda en el Estrecho de Ormuz… Otros barcos de guerra de la Unión Europea están en alerta en Souda Bay (Creta) para escolta del USS George Bush si apareciesen elemento hostiles en el teatro de operaciones de guerra. La “Resolute Inherente Operation” no se acabó… sino que acaba de comenzar. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido elegido para esto, precisamente… En la guerra vale todo… y Estados Unidos también tiene locos...

Por otra parte, Benyamin Netanyahu, ha cogido los teléfonos rojos en cuanto los misiles balísticos lanzados desde Teherán llegaron a suelo sirio… A escasos metros del Estado judío… El gobierno de Jerusalem movió las campanas de gravedad militar al vuelo y -tanto en Washington como en Moscú- se entendió el mensaje de los fanáticos ayatolas: están dispuestos a todo por ser un poder regional incontestable… Están atacando a los Estados Unidos y se creen con fuerzas y con poderes de Allah para atacar a Israel. Los lanzamientos de misiles indican que están listos para la escalada...

El equilibrio de poder en Asia, está afectando gravemente a Corea del Sur, Filipinas y Japón como socios de Washington tienen, cada día que pasa, una dimensión militar cada vez más importante y de mayor peligro. Australia ya tiene sus bombas atómicas preparadas; los japoneses -se asegura- tienen armas nucleares de teatro en sus mejores barcos de guerra y en sus cazabombarderos… Los saudíes ya están preparados para un ataque nuclear contra Irán… Ha llegado la hora de Riyadh… La CIA se tenía muy calladita que Donald Trump había señalado al hijo del rey de Arabia Saudita como el joven arrojado y valiente, capacitado para liderar una guerra total contra el patrocinador del terrorismo mundial: Irán.

La sorpresa ha sido bien recibida entre los socios árabes de Washington. Mohammed bin Salman de 31 años, es el heredero al trono ahora en vez de su primo bin Nayef. Ha sido una dramática reunión de la familia saudí en la que se olía la guerra a muerte, la lucha por la supervivencia de la Casa de Saud… Nadie -según la inteligencia militar británica- osó levantar la voz dada la gravedad de la situación. Destruir a los persas y reducir su país a escombros, es de vital importancia para los sunníes y para acabar con la guerra en Middle East…

El nuevo liderazgo es la organización para la guerra de Donald Trump, y el actual príncipe heredero saudí ha sido ungido por Washington, Jerusalem, El Cairo y Turquía para liderar el exterminio de los ayatolas… Todos comparten los mismos objetivos militares. El príncipe Mohammed bin Salman de Arabia Saudita y el jeque Mohammad bin Zayed Al Nahyan de los Emiratos Árabes Unidos, son las dos mentes de la “inteligencia” árabe elegidos por el “loco” Trump… Los días para los asesinos persas están contados… Ahora los propagandistas mahometanos que sigan soñando y especulando…

Pero no deberían olvidar que Siria, Irak y Yemen han sido destruidos y que la nación persa será arrasada. Se suele recordar que el analista de geopolítica, Kagan, solía decir que la Historia confunde pero no miente… Los ayatolas ya han destruido su país. Para Saudi Arabia solo es cuestión de tiempo verlos colgados de una grúa… Lo han jurado y lo harán… Tienen armas nucleares para ser la potencia regional… Y mucho dinero para convencer a su valioso y respetado socio, Vladímir Putin, de que los “malos” asesinos mahometanos son persas…

Suele recordar, con gran visión de futuro, el príncipe saudí que Saudi Arabia tiene que cambiar a una velocidad de vértigo con respecto a la igualdad de las mujeres y a controlar una educación religiosa de paz, reconducir y difundir otra idea del Islam para que sea aceptado en todo el planeta. Ellos dicen ahora que los persas han tenido dos opciones: consolidar su esfera de influencia en consenso con los Estados Unidos y sus vecinos en Oriente Medio, o promoviendo el terrorismo mahometano contra los judíos y los infieles de Occidente… Han elegido muy mal...

Todas las combinaciones cambiantes y alianzas que haga Xi Jinping, desde Beijing, no alterarán nunca la templanza, la moderación, el cuidado y la cautela de Washington a la hora de decidir un ataque nuclear masivo contra China que la borraría de este mundo y de cualquier otro escenario… Si a los chinos les gusta el riesgo -advertencia del Pentágono- ahora lo van percibir… Serán espectadores de cómo la Casa Blanca resuelve las amenazas en este violento mundo. Serán espectadores privilegiados del espectáculo sobre las capacidades de Washington.

Es la hora, señoras y señores lectores, de que comprueben que el Kremlin no es el enemigo a batir por Estados Unidos… A ver cuándo carajo la gente corriente entiende, de una puñetera vez, que Rusia nunca podría ponerse en contra de Israel, de Saudi Arabia, de los Emiratos Árabes Unidos, de la Unión Europea, de Canadá, de Australia de Nueva Zelanda, de Sudáfrica y del “entrañable” amigo del presidente ruso que es Donald Trump.

Si he comenzado, con cierto alarde pedagógico, hablando de buen juicio para la geopolítica, sensatez para matar a los enemigos, prudencia y precaución para actuar en un campo de batalla, y sutileza siberiana, astucia del Kremlin y maña para engañar a los asesinos del Islam…

Es para decirles finalmente, que el gran estadista, Vladímir Putin, puede ser cualquier cosa menos gilipollas...








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