Ni las mayas de yoga, ni las zapatillas de correr, ni los sujetadores deportivos son ya una señal de que la persona que los viste es una deportista nata.
La moda da un respiro a sus abnegados seguidores que se torturaban con zapatos molestos o prendas ceñidas y permite abandonarse a la comodidad con pantalones de chándal o “leggins”, que se pueden lucir a cualquier hora del día, y no solo de camino al gimnasio.
Los pantalones de chándal recogen influencias de los noventa y reviven sus clásicas rayas laterales, con la diferencia de que, además de Nike o Adidas, ahora los firman marcas como Gucci o Balenciaga.
”El chándal es cool” reza la portada de febrero de la edición española de Vogue, en la que una modelo luce unos “leggins” de Chanel, cuyo precio sobrepasa los dos mil dólares, y una sudadera de cachemir y algodón de Burberry, ambos en azul marino.
Entre las páginas de la revista, un pantalón metalizado de chándal de Isabel Marant; uno con rayas laterales de Adidas; un chándal blanco de satén, también rayado, de Balenciaga; una cazadora deportiva de Chanel o una tabla de “skate” de Yves Saint Laurent, comparten protagonismo con suntuosos vestidos y piezas de alta costura.
El deporte, de moda
Las editoriales de moda pronostican que 2016 será el año del “athleisure”, un término que surge de la fusión de las palabras atlético y ocio (“athletic” y “leisure”, en inglés), y que define una tendencia que han adoptado, tanto firmas de alta costura, como marcas “low cost”.
Chloé subía a la pasarela de la semana de la moda de París sus propuestas para la primavera de 2016, entre las que destacaban dos pares de pantalones de chándal en color rojo, con dos rayas verticales a cada lado, combinados con una tradicional sudadera o rompiendo esquemas con un “top” de cuello “halter”.
Para la firma francesa, una vaporosa falda azul con estampado floral es perfectamente combinable con una sudadera deportiva a dos colores.
En la misma pasarela, Elie Saab, conocida por su espectaculares diseños de alfombra roja, enfundaba a sus modelos en un chándal blanco con rayas negras, un estilismo completado con una camisa floreada y con lazo negro al cuello.
Las cazadoras de estilo deportivo tipo “bomber” también se dejaron ver en el desfile, y amenazan con ser la prenda estrella de la próxima temporada, aunque nunca ha terminado de irse.
El lujo de un chándal
Gucci da un paso más allá en la simbiosis entre los chándales y la alta moda. En la semana de la moda de Milán la firma italiana mostró un chándal verde y acampanado, con rayas laterales rojas y azul marino que, además, incorporaba un estampado floral y un detalle de pelo en las mangas.
Debajo asomaba una camisa rosa, también con una lazada – mucho más grande que la de Chloé- al cuello.
Para hombre, Gucci defiende el chándal efecto terciopelo, también en verde y con flores bordadas.
Nicole Miller o Paco Rabanne apuestan para la primavera por los chándales con rayas laterales, mientras que Lacoste prefiere los estampados, conjuntados con un estrecho “bandeau” deportivo.
La firma Ashish, que ya había sacado su ropa deportiva a desfilar en otras temporadas, propone ahora la versión más holgada, apostando todo al blanco o usando un azul
marino salpicado con “manchas” de colores.
Los “leggins” destronan al vaquero
En la moda de la calle, hasta que los chándales desciendan de las pasarelas, todavía reinan los “leggins”.
Las modelos Gigi Hadid y Kendall Jenner son dos grandes defensoras del estilo “athleisure” en el día a día, y han creado tendencia con sus “leggins” y sus sujetadores deportivos -con ombligo al aire-, todo ello combinado con un abrigo largo de corte formal que da un aire de “recién salida del gimnasio”.
“Los pantalones de chándal son una señal de debilidad. Cuando pierdes el control de tu vida, entonces te compras unos pantalones de chándal” decía hace años Karl Lagerfeld
Las dos celebridades también calzan zapatillas deportivas, pero en las bitácoras de moda los “leggins”, en ocasiones rajados, como los vaqueros, se combinan con unos zapatos tipo “oxford” o con una blusa.
La firma Philippe Model también ha mezclado lujo y deporte en una colección de calzado deportivo, que decora zapatillas con brillantes engarzados para enjoyar los pies en cualquier ocasión, sin renunciar a la comodidad.
En este panorama de culto a la moda deportiva las firmas clásicas como Nike y Adidas repuntan, y firmas de ropa como Lululemon, Sweaty Betty o Vie Active, especializadas en yoga u otras actividades, aumentan sus ventas como la espuma, y no sólo entre amantes de la actividad física.
La tendencia ha arrancado con tanta fuerza en Estados Unidos que el Vogue estadounidense se ha preguntado si es “aceptable” el acto de “vestir ‘leggins’ durante todo el día”.
Alta moda, en zapatillas
La revista da el visto bueno al “athleisure”, siempre que se sigan las modas de la ropa de deporte, más fluctuantes que nunca.
El estilista Rob Zangardi, que viste a celebridades como Jennifer Lopez y Gwen Stefani, da unas claves para transformar un “look” de gimnasio en uno de calle con solo una prenda, a elegir entre unas gafas de espejo, una chaqueta de cuero estructurada o una camisa atada a la pintura.
La clave es que el estilismo guarde el espíritu deportivo: “No pongas una chaqueta vintage con tus “leggins” de Lululemon o gafas ‘cat-eye’de sol con una chaqueta de Nike”, recomienda el profesional.
El estilo deportivo, sin embargo, no siempre ha contado con la aceptación del mundo de la moda.
”Los pantalones de chándal son una señal de debilidad. Cuando pierdes el control de tu vida, entonces te compras unos pantalones de chándal”, defendía hace años Karl Lagerfeld, el mismo que el pasado verano acabó por adelantarse a la tendencia, diseñando una colección cápsula para la plataforma Zalando, en la que se incluía este tipo de pantalones.
La colección de Lagerfeld recogía la estética del deporte, pero practicarlo no era su finalidad. En la moda, las prendas deportivas sirven para pasear por la calle, ir al cine y de compras, pero ¿sirven los chándales de Balenciaga para ir al gimnasio?.
Si (
No(
