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Un joven prepara un cigarro de marihuana.
Un joven prepara un cigarro de marihuana.

Despenalización de marihuana para consumo propio en Puerto Rico crea polémica

El texto aprobado en el Senado aclara que no se pretende legalizar la posesión ni el consumo de marihuana, sino cambiar el actual enfoque punitivo que se usa contra los consumidores.

Por EFE
sábado 16 de noviembre de 2013, 15:12h
El proyecto, que entrará en vigor de forma inmediata tras la firma del gobernador, establece que la tenencia de hasta media onza no tenga carácter de delito y se considere sólo una infracción, lo que podría conllevar una multa máxima de 100 dólares (200 si se reincide y 300 si son tres veces).
La despenalización de la marihuana para consumo propio podría ser una realidad en Puerto Rico en 2014, una vez superado el mayor escollo, la aprobación en el Senado puertorriqueño, algo que ha desatado todo tipo de opiniones en la isla, aún algo incrédula.
      

Así, el Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico apoya no castigar con prisión la tenencia de hasta media onza (14 gramos) de marihuana, una medida aprobada el miércoles por el Senado de la isla y que ahora deberá superar la Cámara de Representantes y luego ser firmada por el gobernador.
     
El presidente de esa institución, Eduardo Ibarra, dijo hoy a Efe que un estudio de elaboración propia concluyó que esta despenalización es "positiva" para la sociedad boricua.
      
"Entendemos que cualquier abuso de sustancias es un problema y una enfermedad, pero éste debe tratarse por medio del sistema público de salud y no por la vía judicial", apuntó.
      
El proyecto, que entrará en vigor de forma inmediata tras la firma del gobernador, establece que la tenencia de hasta media onza no tenga carácter de delito y se considere sólo una infracción, lo que podría conllevar una multa máxima de 100 dólares (200 si se reincide y 300 si son tres veces).
  
    
Si la cantidad está entre media y una onza se podrá castigar con un máximo de 500 dólares y seis meses de prisión, y a partir de esa cantidad se seguirá considerando delito grave y se mantendrán las penas actuales de tres años de prisión obligatoria y multa de hasta 5.000 dólares.
      
Entre quienes no ven con buenos ojos esta medida se encuentra el senador del opositor Partido Nuevo Progresista (PNP) José "Joito" Pérez, quien pide al gobernador, Alejandro García Padilla, que "cumpla su palabra" y vete el proyecto de Ley cuando llegue a su mesa.
     
Pérez emplazó al gobernador a que rechace la medida y le recordó que en septiembre dijo que no firmaría ningún proyecto que "legalizara" la marihuana, sin referirse a la diferencia entre legalizar y despenalizar.
      
"Señor gobernador, esperamos que usted tenga palabra y vete este nefasto proyecto que tanto daño le hará a nuestra sociedad", señaló.
 
     
García Padilla dijo en septiembre que apoyaba el debate sobre la despenalización del consumo de marihuana, aunque evitó dar su opinión personal.
      
El presidente del Senado, Eduardo Bhatia, aclaró hoy en ningún lugar del proyecto aprobado se habla de legalizar la marihuana, como argumenta la oposición, sino de dejar de penalizar con la cárcel la tenencia de pequeñas cantidades.
      
El debate ha llegado a las calles de la isla caribeña, donde se ven reflejadas las distintas posturas en relación a la marihuana, cuya despenalización para consumo propio favorece por ejemplo Lidia Rivera, una empleada de oficina de San Juan que asegura que la medida servirá para que la Policía pueda dedicar sus esfuerzos a tareas más importantes.
      
Rivera, de 38 años, explicó a Efe que el "saturado" sistema judicial de Puerto Rico también saldrá beneficiado al "verse liberados" los magistrados de la carga de trabajo que supone atender las infracciones cometidas por el consumo de marihuana.
      
A favor de la determinación del Senado también se mostró Shadiff Repullo, de la organización Cannabis Libre, para quien la medida servirá para "abandonar el enfoque punitivo" y centrarse en políticas que se aplican en los países más avanzados para tratar el problema.
      
La aprobación del Senado es sin embargo rechazada por muchos otros en las calles, como María Toro, empleada de un supermercado de la localidad de Bayamón, para quien la medida supondrá una mayor exposición de las drogas para la juventud de la isla caribeña.
      
El texto aprobado en el Senado aclara que no se pretende legalizar la posesión ni el consumo de marihuana, sino cambiar el actual enfoque punitivo que se usa contra los consumidores.
      
Los promotores del proyecto entienden que la iniciativa servirá para reducir la criminalidad relacionada con la posesión para consumo personal y ayudará a enfocar el problema a la Policía y el sistema judicial.
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