Más de 40 ciudadanos venezolanos están varados en el aeropuerto de Madrid desde hace nueve días debido a la suspensión de vuelos hacia Venezuela. Sin alternativas concretas por parte de aerolíneas y autoridades, enfrentan condiciones precarias. La comunidad venezolana ha brindado apoyo, pero muchos buscan rutas alternativas con obstáculos migratorios y altos costos.
Santo Domingo.-
Más de 40 ciudadanos venezolanos permanecen desde hace nueve días en el aeropuerto Adolfo Suárez – Barajas de Madrid, tras la suspensión de vuelos hacia Venezuela. La situación se agrava luego de que las autoridades españolas recomendaran evitar viajes a ese destino al menos hasta el 31 de diciembre, sin que las aerolíneas ni el gobierno venezolano en España ofrezcan alternativas concretas.
Este martes, un grupo de los afectados acudió a la Embajada de Venezuela en Madrid, donde fueron recibidos por personal diplomático que solicitó una lista con sus datos para evaluar posibles formas de apoyo. Mientras tanto, medios internacionales han comenzado a cubrir el caso, visibilizando las condiciones en las que se encuentran los pasajeros, quienes duermen en la terminal aérea sin recursos ni garantías de retorno.
Sin refugio ni vuelos: la espera se prolonga
Algunos pasajeros, como Yazmín Revete, lograron pasar el fin de semana en un refugio temporal habilitado por la Cruz Roja, pero debieron regresar al aeropuerto este lunes tras ser desalojados. “Nos quedamos sin ayuda y sin dinero. Volvimos a buscar una solución”, expresó.
Los afectados son pasajeros de las aerolíneas Estelar y Láser. Esta última ofreció opciones como reprogramación sin costo, cambio de ruta, extensión de vigencia del boleto o nota de crédito, pero todas dependen de la reanudación de vuelos, aún sin fecha definida.
Solidaridad ciudadana y donativos espontáneos
La comunidad venezolana en Madrid ha respondido con gestos de apoyo. Este martes, personal de Láser donó desayunos y el restaurante Empanadish entregó empanadas. A través de redes sociales, se han organizado donativos para alimentos y asistencia básica.
Carlos Azuaje, uno de los varados, denunció que le ofrecieron pagar por vuelos sin garantía de salida: “Ya no tenemos dinero. Nos dieron una opción para el 3 de diciembre, pero nadie asegura que podamos viajar”.
Obstáculos migratorios y desesperación
Muchos afectados exploran rutas alternativas vía otros países, pero enfrentan un obstáculo común: la exigencia de visa para venezolanos en casi todos los destinos posibles. Los boletos, además, tienen precios que oscilan entre 900 y 2.000 euros, lo que hace inviable la opción de conectar por terceros países.
La preocupación principal sigue siendo el tiempo. No hay certeza de cuántos días más podrán permanecer en el aeropuerto antes de que AENA ordene el desalojo. La falta de soluciones concretas por parte de las aerolíneas y autoridades mantiene el drama abierto.lc