Según un estudio de Allied Market Research, el segmento de lujo crece a un CAGR del 4,9 % entre 2025 y 2034, impulsado por el auge del “bleisure” y una mayor apuesta por experiencias premium.
El mercado mundial de hoteles de lujo atraviesa una etapa de crecimiento sostenido y con perspectivas sólidas para la próxima década. Según un reciente informe de Allied Market Research, el sector alcanzó un valor estimado de 113.100 millones de dólares en 2024 y se prevé que escale hasta los 181.500 millones hacia 2034. Este avance se traduce en una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 4,9 % entre 2025 y 2034, impulsada por una demanda cada vez más sofisticada y por la transformación de los hábitos de viaje a nivel global.
Una de las principales fuerzas que empujan este crecimiento es el fenómeno conocido como “bleisure”, que combina viajes de negocios con experiencias de ocio. Este tipo de viajero busca algo más que comodidad: espera eficiencia tecnológica, conectividad, servicios wellness y propuestas gastronómicas de alto nivel, todo dentro del mismo establecimiento. Los hoteles de lujo han sabido interpretar esta tendencia, ofreciendo experiencias personalizadas que integran trabajo, descanso y exploración local en un solo producto.
A pesar del optimismo, el sector no está exento de desafíos. Las políticas cambiantes en materia de visados, así como la persistente incertidumbre en torno a restricciones sanitarias y requisitos de ingreso en algunos destinos, siguen generando barreras a la planificación anticipada de viajes. No obstante, la resiliencia del segmento premium ha sido notable, con una recuperación más rápida que otras categorías desde la pandemia y una clara apuesta por la diferenciación.
Actualmente, los hoteles orientados al viajero corporativo lideran el segmento de lujo a nivel global, seguidos por los ubicados en aeropuertos, resorts y propiedades independientes. En cuanto a la estructura de propiedad, los grandes grupos hoteleros como Marriott, Hilton, Hyatt y Accor continúan dominando el mercado gracias a sus redes internacionales, programas de fidelización y capacidad de inversión en innovación.
América Latina, si bien representa una porción menor del mercado total, muestra señales claras de expansión. En 2024 generó ingresos estimados por 8.672 millones de dólares dentro del segmento de lujo y se espera que crezca a una tasa del 7,6 % anual, superando ampliamente el promedio global. Esta aceleración se ve respaldada por un aumento en el desarrollo de proyectos hoteleros de alta gama en destinos como México, República Dominicana, Colombia, Brasil y Perú, con más de 26.000 nuevas habitaciones en construcción al cierre de ese año.
Las tendencias que marcan la pauta en la región están alineadas con los cambios globales, pero con un fuerte anclaje en la identidad local. El lujo contemporáneo en América Latina privilegia las experiencias auténticas, el diseño con sentido de lugar, la sostenibilidad y el bienestar personalizado. Viajes transformacionales, estadías prolongadas, multigeneracionales y propuestas que conectan con las culturas originarias ganan terreno entre los viajeros de alto poder adquisitivo, especialmente millennials y Gen Z latinoamericanos.
En este escenario, el mercado de hoteles de lujo no solo consolida su posición como uno de los más rentables del sector turístico, sino que también redefine los estándares de hospitalidad, impulsando una evolución en la forma de viajar y de habitar el mundo.