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Divorcios en aumento: República Dominicana rompe con el matrimonio tradicional
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Divorcios en aumento: República Dominicana rompe con el matrimonio tradicional (Foto: Fuente externa)

Divorcios en aumento: República Dominicana rompe con el matrimonio tradicional

Por Xiomara Martínez
En República Dominicana, el matrimonio ha perdido su carácter inquebrantable, con un aumento significativo en divorcios, especialmente tras la pandemia. La independencia económica de las mujeres y cambios sociales han facilitado esta tendencia. En 2024, se registraron más divorcios que matrimonios, reflejando nuevas dinámicas familiares y valores contemporáneos.

Santo Domingo.- En República Dominicana, el matrimonio ya no representa el lazo inquebrantable que fue por generaciones. Hoy, cada vez más parejas deciden dar por terminada su unión legal, en un fenómeno que va en aumento y refleja profundas transformaciones sociales, económicas y culturales.

Según datos del Observatorio del Sistema Nacional del Registro Civil (Onarec), en las últimas dos décadas se han registrado 922,370 matrimonios y 424,390 divorcios, lo que equivale a un divorcio por cada 2.17 matrimonios. Solo en el año 2024 se oficializaron 27,551 divorcios, un incremento de 1,637 casos respecto a 2023, y el equivalente a 59.3 rupturas por cada 100 matrimonios celebrados. La tendencia al alza ha sido clara, especialmente tras la pandemia.

¿Qué hay detrás del aumento?

Para el sociólogo Cándido Mercedes, el fenómeno está directamente relacionado con los cambios acelerados que vive la sociedad: la digitalización, la independencia económica de la mujer, la evolución del concepto de familia y la transformación del modelo de relación tradicional.

“Antes, la mujer se quedaba, aunque el hombre tuviera hijos fuera del matrimonio. Hoy, como muchas ya no dependen económicamente, pueden irse si la relación no les aporta”, afirma Mercedes. Esta autonomía ha modificado el poder de decisión dentro del hogar y ha hecho del divorcio una salida más accesible y menos estigmatizada.

El especialista también destaca la tecnología como detonante emocional: “El internet ha cambiado la forma en que nos comunicamos y nos vinculamos. Estamos atrapados entre los valores de la modernidad que aún no desaparecen y los de la posmodernidad que no terminan de instalarse”.

Más divorcios, menos matrimonios

Mientras las separaciones aumentan, los matrimonios disminuyen. En 2024 se registraron 46,418 uniones, 609 menos que en 2023. Las estadísticas muestran que el número de divorcios ha crecido un 11.5 % en el trienio pospandemia (2021–2023) en comparación con el trienio prepandemia (2017–2019). En contraste, los matrimonios han caído un 6.7 % en ese mismo período.

El Distrito Nacional, Santo Domingo Este y Santiago lideran las cifras tanto en uniones como en rupturas. Solo el Distrito Nacional reportó 8,588 divorcios en 2024, superando el número de matrimonios celebrados en ese territorio.

Nuevas formas de familia

Más allá de las cifras, el cambio es estructural. El 36 % de las familias dominicanas son monoparentales dirigidas por mujeres, y si se suman otras formas familiares, como aquellas donde los hijos viven con abuelos o entre padres separados, el porcentaje de hogares sin ambos progenitores supera el 46 %.

Mercedes subraya que el problema no es el matrimonio en sí, sino el modelo rígido sobre el cual se construyó. “Hoy las parejas necesitan proyectos de vida compartidos, no solo amor romántico. Si uno deja de crecer al ritmo del otro, la relación se rompe, incluso si siguen conviviendo físicamente”.

¿Divorciarse es la norma?

Aunque pueda sonar alarmante, para el sociólogo el divorcio se ha naturalizado como parte del nuevo ciclo de vida social. “No es una tragedia. Es una expresión del derecho a decidir, del cambio de roles, de los nuevos valores”.

En un país donde aún persisten debates sobre equidad de género, derechos reproductivos y modelos familiares, las estadísticas no solo reflejan números: dibujan una sociedad en transformación, donde el vínculo conyugal ya no se basa en la dependencia, sino en la elección consciente de estar —o no— con alguien.

.LC

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