Fuentes cercanas confirmaron que funcionarios retuvieron el documento alegando “irregularidades” y lo escoltaron bajo vigilancia constante, incluso al baño. Porras denunció que fue llevado a una zona restringida del aeropuerto, donde lo obligaron a firmar papeles sobre un supuesto incumplimiento de normas de viaje, sin permitirle fotografiar los documentos y bajo amenaza de detención. El pasaporte no le fue devuelto, dejándolo sin posibilidad de reclamar formalmente.
El episodio ocurre en un contexto de represión posterior a las elecciones presidenciales de julio de 2024, consideradas fraudulentas por la oposición y organismos internacionales. Organizaciones de derechos humanos advierten que la retención arbitraria de pasaportes se ha convertido en una práctica sistemática para limitar la movilidad de opositores, periodistas y líderes sociales.
La medida contra Porras coincide con la entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo a María Corina Machado, quien permanece en la clandestinidad desde hace once meses. El caso revive las alertas sobre el uso del aparato migratorio como instrumento de control político y pone de nuevo en evidencia la escalada represiva del chavismo en un momento de creciente atención internacional.lc