Cabrera es un municipio perteneciente a la provincia María Trinidad Sánchez y aunque es poco conocido por el turismo dominicano, es uno de los paraisos escondidos que atesora el Nordeste de la República Dominicana.
Santo Domingo.- Cabrera se promociona como el paraíso del nordeste de República Dominicana y de seguro es así es. Es un clúster de playas, ríos y un destino tranquilo para un turista que quiere divertirse y pasarla bien. Así lo pudo vivir quien suscribe en un día de diversión en el que visité tres diferentes playas de este municipio, disfrutando de la naturaleza y de los buenos ambientes que ofrece Cabrera.
Y es que para los que vivimos entre el cemento de Santo Domingo, las playas más cercanas están a media hora de viaje. Sin embargo, si vives en Cabrera o en algún pueblo cercano, te encontrarás con la novedad de que puedes visitar Laguna Dudú, así como distintas costas donde pasar un buen rato y comer una comida deliciosa y a buen precio.
Cabrera tiene una singularidad; tiene una gran variedad de lugares donde botar el golpe: un malecón precioso y además, muchas playas donde puedes disfrutar de fuertes olas, una gran orilla o aguas tranquilas.
La Laguna Dudú es una de las atracciones más demandadas de este lugar. En los días feriados llegan personas de diferentes partes del país, en vehículos propios o guaguas alquiladas, así como turistas que están en la zona. Ingresar a este lugar tiene un costo que es compensado con lo que puedes encontrar. En este lugar tienes varias opciones para divertirte en sus aguas o estar tranquilo disfrutando de la naturaleza. También puedes agradarte viendo a los que se lanzan al gran lago. Puedes visitar la sección de vídeos de nuestro blog de crónicas viajeras, www.masallademicalle.wixsite.com/viajes/videos y podrás constatar lo que te decimos.
Un día de playas diferentes
Nuestro viaje a Cabrera no estaba planificado para recorrer distintas playas. Más bien fuimos con el interés de conocer la Feria Turística y Agropecuaria de Cabrera. Como parte del apoyo del Ministerio de Turismo, los organizadores de la actividad entregaban un brochure con los distintos lugares de interés turístico y públicos que tiene el municipio.
Fue así como tuvimos una carta de ruta para disfrutar de un lunes no laborable. Inicialmente llegamos a #PlayaDiamante. Una hermosa playa de aguas tranquilas y de baja profundidad. Llama la atención del visitante la gran orilla con que cuenta esta costa, lo que permite que muchas personas estacionen sus vehículos en esta zona. Allí hay dos lugares que venden comida y bebidas. La vista es impresionante.
Luego de unas horas de baño, comer y contemplar la naturaleza, visitamos Arroyo Salado, una playa que había visitado en el 2017 y que en ese momento tenía pocos visitantes. En esta segunda ocasión, fuimos en un fin de semana largo, por lo cual la cantidad de personas era de miles. La cantidad de autobuses de lugares lejanos del país, hizo que buscáramos otro lugar mejor. Y como Cabrera te ofrece mucho para escoger, nos detuvimos en Playa Los Cocos. Aunque también había más visitantes que lo tradicional, se pudo vivir una tarde agradable en las aguas de esta orilla, las cuales estaban tibias y un poco más fuerte que las de Diamante.
El baño adornado de cocoteros y ambientado con diversidad de música, desde trap, boleros, salsa y merengue fue muy bueno para descansar. Ahora bien, todavía queríamos más... y fuimos por más.
Mis dos acompañantes asumieron un espíritu aventurero, por lo cual decidimos ir a una playa más lejos. Y fue así que con la ayuda de Google Maps recorrimos unos 10 a 12 kilómetros y llegamos a Cabo Francés Viejo. Llegar allí fue un disfrute total, un momento increíble al contemplar tanta belleza, colorido y verdor. Fueron unos minutos maravillosos.
Y después de tanta diversión ligada al agua marina, qué mejor que una buena cena con un vino italiano Entre Amigos, un restaurante del agradable Remigio Frattolin. Allí se puede cenar o almorzar a un precio razonable según la calidad de los alimentos, las buenas atenciones y la ambientación del lugar, que permiten que el visitante se siente como en su casa.
Esta experiencia de conocer en detalles al Paraíso del Nordeste, nos hizo tener la intención de volver a Cabrera, un lugar de personas muy amables y donde encuentras diferentes ambientes para pasarla bien con precios acordes a la calidad de la experiencia.
La crónica original la puedes leer en www.masallademicalle.wixsite.com