Me viene todo esto a la cabeza al contemplar los graves disturbios de Barcelona ocasionados por los okupas o si quieren a los sucesos acaecidos cuando las autoridades deciden expulsarlos de un edificio que no es suyo y comienza el enfrentamiento entre tales individuos y las fuerzas de orden público, choques que están degenerando con gran violencia entre incendios de automóviles particulares y mobiliario público, asalto y destrucción de oficinas bancarias y todo lo que se pode por delante de esta gente, incluyendo a los policías. Gentuza que argumenta supuestos derechos sobre lo que no es de su propiedad e ignora cualquier obligación o deberes para lo que es cosa de todos como la calle o el mobiliario que pagamos con nuestros impuestos. También me he acordado de un amigo que salió de su casa para trabajar en la hostelería, durante tres meses, en la isla de Mallorca y cuando volvió, la puerta de su casa estaba destrozada y su hogar okupado por unos delincuentes profesionales que vivían de esta forma de entender la convivencia ciudadana importándole una mierda que un pobre pero honrado camarero perdiera todas sus pertenencias y se viera en la calle y sin nada durante un año hasta que la "ley" decidió que había llegado el momento de expulsar a lo que mi amigo llamó la "ralea" humana que campa a sus anchas sin que esa "ley" sepa distinguir un allanamiento de morada y robo de pertenencias por la que en otros países pueden pegarte un tiro cualquier propietario y matarte... Me asombró, que por aquellos días me dijera que admiraba los Estados Unidos porque permitían que cada estadounidense se defendiera legalmente con sus armas si el Estado no podía hacerlo en el momento en el que necesitara defender su vida o su hacienda...
Se contempla la política, en un sentido ético, como una disposición a obrar en una sociedad utilizando el poder público organizado para lograr objetivos provechosos para el grupo. Pero es que además, desde la antigua Grecia, se supone que hacer política es crear o establecer fórmulas relativas al ordenamiento de la ciudad y los intereses ciudadanos. Lo de Barcelona es un sinsentido como lo es también lo que está ocurriendo en Brasil bien sea por el Mundial de Fútbol o por otras muchas cosas incluso antes de que se supiera nada de Mundial alguno. La violencia se extiende por todas partes y lo más vergonzoso de todo es que la gran mayoría de los políticos no son capaces de manifestar en sus discursos, sobre este asunto tan grave, que toda ciencia y arte político se basa generalmente en el hecho primordial e irreductible de que el primer elemento, el pilar de la política, es el que existen realmente gobernados y gobernantes, dirigentes y dirigidos. Parece que solo reaccionan cuando las fuerzas de orden público son atacadas a muerte y cuando éstas no tienen más remedio que utilizar el monopolio de la violencia que es patrimonio del Estado. Y parece que lo hacen a regañadientes cuando por mor de la batalla campal surge la desgracia y aparecen los muertos para a continuación "evaluar" parámetros de actuación, desmedida o no, de los que están para poner orden y concierto en la sociedad cuando se está dando una guerra urbana en toda regla.
Afortunadamente, en las democracias occidentales, tenemos los mecanismos adecuados para solventar estos problemas. A propósito de la palabreja "lumpen" surgida del cientifismo social alemán, creo que habría que distinguir entre grupos sociales de carácter anárquico o antisistemas que actúan al pairo de una crisis económica de envergadura que ha determinado una política realmente avasalladora contra una gran mayoría de jóvenes y no tan jóvenes que se ven sin ninguna salida. Creo que si hay edificios no utilizados por la administración, es de lógica política en las actuales circunstancias que se les conceda temporalmente su utilización dentro de unas normas establecidas que den seguridad a todos en la comunidad, cosa que por cierto fue el origen de los sindicatos que en otro tiempo se llamaban "casas del pueblo" y que cumplían una efectiva y maravillosa función social, no vaya a ser que ocurra lo que me dijo un okupa catalán: "estos son okupas aficionados porque los edificios a ocupar deberían ser los sindicatos ya que están regentados por la peor ralea de corruptos que hay en España". Claro que lo primero que se le ocurre a cualquier persona de bien es que si la autoridad tiene argumentos razonables para que abandones una propiedad que no te pertenece, debes irte y actuar social y políticamente para conseguir establecer o crear fórmulas relativas al bien común, lo debes hacer con tus políticos más cercanos y con los sindicatos que más creas que defienden tus intereses... pero parece que todo este historial de escándalos originados por políticos corruptos le ha parecido a algunos, tanto en la clase política como en la prensa, poca cosa mientras pregonaban a los cuatro vientos que la imagen de un país es otra cosa... más bien parecida al fútbol, a alguna que otra empresa brillante o a algún tenista de moda y éxito. Pero España, por ejemplo, está en una situación bastante delicada que debería llevar a las autoridades políticas a plantearse algunos "experimentos" como Christiania en Dinamarca, salvando las distancias, porque el gobierno de Copenhague tiene mil veces menos problemas de los que tiene el gobierno de Madrid...
Volviendo de nuevo a lo más bajo en clase social, al "lumpen" marxiano, insisto en que somos afortunados por no pertenecer a esos países donde las mujeres valen la mitad o menos que un hombre, donde las leyes que se aplican no se basan en el derecho internacional sino en el divino, donde te cortan una mano por robar una chocolatina o donde te cortan la cabeza por decir que no eres creyente de fábulas y otros cuentos celestiales... Las democracias llamadas occidentales son, sin lugar a dudas, la menos mala opción de gobierno y ante el rapto de centenares de niñas alumnas de un colegio para venderlas como esclavas sexuales en países islámicos, las violaciones diarias de mujeres por cientos de miles en la India, lapidaciones en Paquistán y muchos países árabes, el asesinato de millones de mujeres en todo el mundo; en países de todas las confesiones religiosas y sistemas políticos, deberíamos pensar que el teórico, Marx, no iba mal encaminado cuando retrataba a toda esta "basura" humana que no solo carece de conciencia de clase sino que son la más baja expresión de los asesinos. Los actos de barbarie terrorista que nos muestran en Oriente Medio, desde el Mediterráneo hasta la India, se están "tocando" con demasiada frivolidad política en nombre de un supuesto "análisis" sobre lucha de civilizaciones e imperios que nada tiene que ver con la realidad...
Vivimos en un asqueroso y peligroso mundo y hay que parar a los asesinos, a esos "lumpen" de todas las religiones y tendencias políticas; detener a los criminales organizados en bandas o en Estados, para que el imperio del derecho internacional reine en este mundo donde parece que toda idea de civilización ha desaparecido.