La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad crónica, progresiva y autoinmune. Se activa cuando el sistema inmunológico del paciente no funciona correctamente.
Este sistema se activa ante un estímulo desconocido (virus, bacteria etc). En condiciones normales este estímulo es removido, pero en la enfermedad, el mecanismo controlador no funciona y el estímulo inflamatorio no puede ser removido. Nuestro mecanismo de defensa trata de deshacerse del estímulo patológico, produciendo para su eliminación una serie de sustancias inflamatorias, siendo la más importante el denominado Factor de Necrosis Tumoral (TNF por sus siglas en inglés). El exceso de este mediador inflamatorio es dañino para nuestro organismo conduciendo finalmente a la lesión de las estructuras articulares, hueso, ligamentos, cartílago. Este daño progresivo destruye la estructura de la articulación lo que finalmente se va a traducir en limitación funcional para el paciente, pero también puede afectar diferentes órganos y sistemas, como pulmón, ojos, corazón, entre otros.
La patología se presenta en todos los grupos étnicos afectando cerca de 70 millones de personas en el mundo. Cabe mencionar que en las mujeres prevalece tres veces más frecuentemente que en los hombres y que el pico de incidencia de esta enfermedad se presenta entre los 35 y los 50 años de la vida (80% de los casos), siendo esta etapa la de mayor edad productiva para la población.
El Dr. Jorge Gobaira, Presidente de la clínica Instituto de Reumatología estima que alrededor 150.000 personas sufren de Artritis Reumatoide en la República Dominicana.
La artritis reumatoide es una de las causas más comunes de discapacidad. Después de 12 años de evolución, el 80% tiene discapacidad parcial y el 16% discapacidad total. Estudios sobre artritis reumatoide han determinado que la incapacidad para laborar aparece de 5 a 10 años después del inicio de la enfermedad y oscila entre el 43% y 50% en diferentes países.
La artritis reumatoide es causa de retiro anticipado. Después de años de padecer la enfermedad, entre el 26% y 60% se ven forzados a dejar su ocupación laboral debido a complicaciones de la enfermedad
La artritis reumatoide afecta generalmente las articulaciones de las manos y muñecas, codos, rodillas, tobillos, hombros y los dedos, en ambos lados del cuerpo en igual intensidad, comenzando lentamente con dolores y síntomas leves, sin embargo, al pasar el tiempo estos aumentan en su intensidad.
Síntomas
Según el Dr. José Antonio Herrera, Gerente Médico de Inmunología de Janssen para Centroamérica y el Caribe, el pronóstico de la enfermedad varía entre los pacientes. La agresividad de la enfermedad conduce a un rápido declive de la calidad de vida del paciente. Adicionalmente, las personas que la padecen, tienen mayor riesgo de enfermedades asociadas y una expectativa de vida disminuida al compararlos con la población general. Los pacientes con artritis reumatoide ya establecida, no solo sufren consecuencias físicas, podrían también mostrar síntomas de depresión, reducción en sus ingresos personales y familiares por su incapacidad laboral como en cualquier otra enfermedad crónica, un aumento en sus gastos en cuidados de la salud, hospitalizaciones y consultas médicas, entre otros”.
Tratamientos de última generación
Uno de los elementos implicados en el mantenimiento del proceso inflamatorio en pacientes con artritis reumatoide, es una sustancia producida por células inflamatorias llamada factor de necrosis tumoral (TNF). El tratamiento dirigido al bloqueo de esta sustancia (anti TNF) es muy útil para el control de la inflamación y del dolor en un porcentaje importante de los pacientes con artritis reumatoide y generalmente son bien tolerados.
En la actualidad el tratamiento con medicamentos biológicos, particularmente los conocidos como con inhibidores del TNF alfa en artritis reumatoide, han demostrado clínicamente sus beneficios terapéuticos en pacientes que no respondieron a las terapias convencionales. Entre estos inhibidores del TNF el más recientemente aprobado y de última tecnología, cuyo principio activo se denomina Golimumab, ofrece alta eficacia y seguridad, es de aplicación mensual y de fácil administración, es subcutáneo y viene en un dispositivo especial de forma tal que el paciente puede aplicárselo él mismo.
Beneficios de los tratamientos biológicos en el tratamiento de la artritis reumatoide:
Es fundamental que ante la aparición de los síntomas antes mencionados se acuda al médico reumatólogo que pueda realizar un diagnóstico preciso y oportuno, para iniciar el tratamiento adecuado.