Según el abogado de la familia, Miguel Valdemar Díaz Salazar, la menor pidió ayuda en repetidas ocasiones, pero sus compañeros y las monitoras presentes ignoraron sus gritos. El cuerpo permaneció más de treinta minutos bajo el agua antes de salir a la superficie. La madre de la niña denunció además que su hija sufría acoso escolar con insultos como “maldita haitiana”.
El caso ha derivado en un proceso judicial en el que tres empleadas del colegio enfrentan libertad condicional, mientras la directora fue liberada de responsabilidad. Para el abogado, la tardanza en tomar declaración a la madre refleja un trato discriminatorio.
La tragedia ha tenido eco internacional. El Consejo Presidencial de Transición de Haití pidió transparencia y medidas concretas, mientras que el cónsul haitiano en Santiago, Stephen Junior, llamó a investigar con rigor y sin politización. En Haití, ciudadanos se manifestaron en la frontera exigiendo justicia, y el colectivo HaitianosRD presentó un escrito ante la Procuraduría dominicana denunciando este caso y otras 54 muertes de migrantes entre 2021 y 2025.
El contexto es de creciente tensión: desde octubre de 2024, el gobierno dominicano ha intensificado las deportaciones masivas de haitianos, con un promedio de 10.000 expulsiones semanales. En lo que va de 2025, más de 370.000 personas han sido deportadas, una cifra récord. Organismos como Amnistía Internacional han criticado protocolos que vinculan el acceso a salud con la deportación, calificándolos de discriminatorios.
El presidente Luis Abinader, al referirse a la muerte de Stephora, aseguró que en República Dominicana “no hay racismo” y lamentó lo ocurrido. Sin embargo, el caso sigue siendo símbolo de las tensiones bilaterales y del debate sobre derechos humanos en la región.lc