Ciencia y Tecnología

2025: El auge de la IA agente en tecnología

2025: El auge de la IA agente en tecnología. (Foto: Cortesía).
Graciosa del Valle | Miércoles 03 de diciembre de 2025
La tecnología en 2025 se centra en asistentes que actúan, mejorando la ejecución de tareas sin intervención humana. La integración de hardware y software es total, priorizando la utilidad y la sostenibilidad. Además, los dispositivos biométricos transforman la salud personal, mientras que la ciberseguridad evoluciona con IA defensivas para proteger identidades digitales.

Santo Domingo.- Tecnología 2025 tendencias es la frase que define el cambio drástico de paradigma que estamos viviendo, pasando de herramientas que «generan» a asistentes que «actúan». Ya no basta con pedirle a un chatbot que redacte un correo; ahora, la exigencia del mercado es que ese software lo envíe, gestione la respuesta y organice la reunión en el calendario sin intervención humana. Si el año pasado fue el despertar de la curiosidad, este es el año de la utilidad bruta. Tecnología 2025 tendencias marca el momento exacto en que dejamos de sorprendernos por la magia para empezar a exigir resultados tangibles en nuestros dispositivos de bolsillo.

El panorama actual en Silicon Valley y Shenzhen sugiere que la integración hardware-software será total. Los usuarios ya no buscan especificaciones técnicas vacías en una hoja de datos. ¿De qué sirve un procesador más rápido si no mejora mi calidad de vida real? Esa es la pregunta que mueve a la industria hoy. Tecnología 2025 tendencias se centra en la invisibilidad: la mejor tecnología será la que funcione en segundo plano, anticipándose a nuestras necesidades antes de que desbloqueemos la pantalla.

¿Qué está pasando con los asistentes virtuales que conocíamos? Simplemente, se han quedado obsoletos. La gran apuesta de gigantes como Google y OpenAI para este ciclo no es mejorar la conversación, sino la ejecución. Estamos presenciando el nacimiento de los «agentes de IA». Estos sistemas tienen permiso para navegar por internet, usar aplicaciones y realizar transacciones.

Imagina decirle a tu teléfono: «Planifica un viaje a Tokio para marzo, busca vuelos baratos y reserva el hotel que me gustó la última vez». Hasta hace poco, recibías una lista de enlaces. Hoy, el agente realiza la reserva. Según un reporte reciente de The Verge, la fricción entre el deseo del usuario y la acción digital está a punto de desaparecer gracias a estos modelos de acción grande (LAMs).

Esto plantea dudas legítimas sobre la seguridad. ¿Estamos listos para ceder el control de nuestras tarjetas de crédito a un algoritmo? La conveniencia parece estar ganando la batalla contra la privacidad, pero los protocolos de seguridad biométrica están evolucionando a la par. No es ciencia ficción; es la actualización de software que llegará a tu smartphone en los próximos meses.

¿Es verdad que los móviles por fin durarán más de dos años? La presión regulatoria en Europa y el cambio en la mentalidad del consumidor han forzado a los fabricantes a repensar sus estrategias. La obsolescencia programada ya no es un modelo de negocio viable ni bien visto.

Las grandes marcas están adoptando diseños modulares o, al menos, mucho más accesibles para la reparación doméstica. Ya no se trata solo de ser ecológico por imagen; es una necesidad operativa. De acuerdo con análisis de mercado publicados por Wired, los consumidores están reteniendo sus dispositivos por periodos más largos, lo que obliga a las compañías a monetizar servicios en lugar de depender exclusivamente de la venta anual de hardware.

Vemos materiales nuevos: carcasas de bioplásticos, metales reciclados de tierras raras y baterías con ciclos de vida extendidos. La tecnología verde deja de ser un nicho para convertirse en el estándar de la gama alta. Si un dispositivo no es fácil de abrir o reparar, en 2025 nace muerto comercialmente.

El anillo inteligente fue solo el comienzo. Ahora, la tecnología se pega a la piel. Los sensores de salud han dado un salto cualitativo, pasando del simple conteo de pasos a la monitorización de glucosa no invasiva y la detección de apnea del sueño con precisión médica.

¿Cómo afecta esto a los usuarios en su día a día? La medicina preventiva se democratiza. Tu reloj o tu anillo no solo te dirán que dormiste mal, sino que cruzarán esos datos con tu agenda y te sugerirán cambios en tu rutina para evitar el agotamiento. Empresas de tecnología de consumo están comprando firmas de biotecnología a un ritmo frenético. La frontera entre un gadget y un dispositivo médico se ha borrado por completo.

Los datos biométricos se convierten en la nueva moneda de cambio. Las aseguradoras y los sistemas de salud empiezan a integrar estos flujos de información para personalizar tratamientos. Es un cambio profundo en cómo entendemos el bienestar personal, gestionado desde una aplicación móvil.

Durante años, la realidad virtual fue una promesa costosa y aislante. Eso ha cambiado. Con la entrada de competidores más agresivos en el mercado de gafas de realidad mixta, los precios comienzan a racionalizarse y el factor de forma se reduce. Ya no llevamos un casco de astronauta; nos acercamos al formato de unas gafas de sol robustas.

La «computación espacial» permite colocar pantallas virtuales en tu salón, trabajar con monitores infinitos o ver instrucciones de reparación sobrepuestas en un motor real. ¿Por qué esto aparece en Google Trends con tanta fuerza ahora? Porque el ecosistema de aplicaciones por fin ha madurado. Los desarrolladores han dejado de crear demos técnicas para construir herramientas de productividad real.

No es necesario estar inmerso en un videojuego para aprovechar esta tecnología. Arquitectos, diseñadores y estudiantes están encontrando valor en visualizar modelos 3D en su propio entorno físico. La barrera de entrada baja y la utilidad sube.

Con la sofisticación de la IA, también han evolucionado las amenazas. Los ataques de phishing son ahora indistinguibles de comunicaciones reales, redactadas perfectamente y personalizadas con datos extraídos de la web. Aquí entra la defensa activa.

La ciberseguridad en 2025 no depende de un antivirus estático, sino de IAs defensivas que patrullan la red doméstica en tiempo real. Estos sistemas detectan anomalías en el tráfico de datos antes de que el usuario sepa que ha sido atacado. Es una guerra invisible: algoritmos atacando y algoritmos defendiendo.

Según información publicada por Reuters, se espera que el gasto en seguridad cibernética para consumidores se dispare este año. La protección de la identidad digital es tan crítica como cerrar la puerta de casa con llave. Los sistemas operativos integran ahora «bóvedas digitales» más agresivas y autenticación sin contraseñas (Passkeys) como norma, no como opción.

Tecnología 2025 tendencias nos muestra un año de madurez tecnológica. La euforia inicial por lo «nuevo» ha dado paso a la exigencia de lo «fiable». Ya no queremos beta testers; queremos soluciones. Desde la forma en que interactuamos con nuestros asistentes hasta cómo cuidamos nuestra salud o reparamos nuestros dispositivos, la tecnología se vuelve más humana, más invisible y, paradójicamente, más vital que nunca.lc

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