El papa fue recibido en el Aeropuerto Internacional de Beirut por el presidente Joseph Aoun y una comitiva oficial, acompañado por salvas de cañón y la Guardia Republicana. Entre los asistentes seleccionados para la ceremonia se encontraba Randa Qossayir, quien expresó que la presencia del pontífice “nos trae fuerza y esperanza en medio de tantas guerras”.
La visita tiene un marcado carácter espiritual y social. Jóvenes de la Asociación de Guías del Líbano, encabezados por Jane Haswani, preparan los encuentros programados para este lunes en Bkerke y la misa multitudinaria prevista para el martes. “Estamos felices de que el papa sea testigo del trabajo de la juventud en el corazón del país”, señaló Haswani.
En su recorrido hacia el Palacio Presidencial en Baabda, León XIV fue saludado por miles de personas que se congregaron en las carreteras, incluidos niños de los Scouts Imam Mahdi, vinculados a Hizbulá, quienes la víspera habían enviado una carta abierta denunciando la violencia de Israel. La visita del pontífice, marcada por la expectativa de paz y reconciliación, se convierte en un acontecimiento histórico para un país que busca dejar atrás décadas de conflicto.lc