El acto de apertura se realizó en la playa Fuerte San Gil, donde el ministro Paíno Henríquez advirtió sobre el impacto del mal manejo de los residuos sólidos en los ecosistemas acuáticos del país. “Este es un acto simbólico con un mensaje profundo: debemos cambiar el uso irresponsable del plástico que termina en nuestras playas y ríos. La conciencia ciudadana es clave para reducir ese consumo”, expresó el ministro.
La jornada contempla la intervención de 134 espacios naturales en todo el territorio nacional, incluyendo 71 playas, un fondo marino y 62 riberas de ríos, con el objetivo de mitigar la contaminación y promover la educación ambiental. El viceministro de Recursos Costeros y Marinos, José Ramón Reyes, explicó que gran parte de la contaminación marina tiene origen terrestre: “Los residuos arrastrados por ríos y arroyos terminan devueltos por el mar hacia las costas, causando un daño tremendo a la biodiversidad marina”.
Por su parte, el viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad, Carlos Batista, subrayó la urgencia de proteger las fuentes de agua dulce: “El agua es un recurso esencial, y sin ella no hay vida. La conservación del medio ambiente es responsabilidad de todos”.lc