La ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, atribuyó este ascenso a una estrategia gubernamental sostenida y articulada, con enfoque intersectorial, territorial y de derechos. Entre las principales acciones impulsadas por su despacho destacan: La implementación del Plan Estratégico por una Vida Libre de Violencia 2021–2025, que articula políticas para la prevención, atención y reparación de la violencia de género.
La expansión de las Casas de Acogida y los centros integrales de atención a mujeres en situación de violencia. El impulso del Sistema Nacional de Cuidados, que reconoce el trabajo de cuidado como un pilar del desarrollo económico y social, promoviendo la corresponsabilidad en los hogares dominicanos.
Estos esfuerzos han sido clave para que el país se posicione como uno de los más dinámicos en la región en materia de cierre de brechas de género.
El informe resalta que la República Dominicana ha logrado cerrar casi completamente la brecha en educación. Con una paridad cercana al 99.6 %, el país forma parte del grupo regional más avanzado en este aspecto, al igual que en salud. En lo económico, también se han registrado mejoras. Aunque aún persiste una brecha en la participación laboral femenina, el informe destaca un aumento sostenido en el acceso de las mujeres al empleo formal, así como su presencia en sectores productivos no tradicionales.
Sin embargo, el informe advierte que, sin políticas de inclusión económica más agresivas, el país tardaría décadas en lograr una equidad total en el mundo del trabajo.
El mayor reto continúa siendo la representación política. A pesar de las reformas a la Ley Electoral que establecen una cuota mínima del 33 % para candidaturas femeninas, la realidad en el Congreso no refleja aún una equidad sustantiva. De los 190 diputados, solo 70 son mujeres, lo que equivale a un 36.8 % de representación. En el Senado, compuesto por 32 miembros, apenas 4 mujeres ocupan una curul (12.5 %).
A nivel ministerial, la participación femenina sigue siendo limitada: de los más de 20 ministerios del gabinete actual, menos del 25 % están liderados por mujeres. Estos datos colocan a la República Dominicana por debajo del promedio regional en empoderamiento político femenino, a pesar de los avances legislativos.
En el contexto de América Latina y el Caribe, el país se ubica dentro de las naciones con mayor progreso en los últimos cinco años, superando incluso a economías de mayor tamaño. La región, con un promedio de 74.5 % de paridad, se posiciona como la segunda más equitativa del mundo, solo detrás de Europa Occidental.
Sin embargo, en términos de representación en espacios de poder, países como Barbados, Costa Rica y México superan ampliamente a República Dominicana, no solo en porcentaje de mujeres en el Congreso, sino también en cargos ministeriales y liderazgo empresarial.
.AA