EFE | Martes 27 de agosto de 2013
En
las tres semanas que siguieron a la irrupción de la NSA en el programa de
videoconferencias de la ONU, el número de comunicaciones descifradas pasó de 12
a 458, según el semanario alemán, que añadió que en una ocasión detectó a un
agente secreto chino.
La
ONU anunció hoy que contactará con Estados Unidos después de revelarse que el
programa de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) interceptó
comunicaciones de las Naciones Unidas, la Unión Europea (UE) y muchos países
aliados.
"Estamos al tanto de esos informes y vamos a contactar con las
autoridades", dijo hoy ante la prensa uno de los portavoces de la ONU,
Farhan Haq, quien confirmó que el organismo internacional abordará lo ocurrido
con Estados Unidos.
El semanario alemán "Der Spiegel" publicó este
domingo, a partir de informes inéditos obtenidos por el extécnico de la CIA
Edward Snowden, que el espionaje de EEUU logró penetrar en el programa de
videoconferencias de la ONU y romper su sistema de cifrado.
Esto supuso
"una mejora radical" de la capacidad de la NSA de obtener datos de
las comunicaciones internas de la ONU, lo cual pone en entredicho el acuerdo
por el que EEUU se comprometió a no llevar a cabo acciones secretas en la sede
de Naciones Unidas.
Haq recordó hoy que leyes internacionales como la
Convención de Viena de 1961 que gobiernan las relaciones diplomáticas
"protegen" las funciones de Naciones Unidas, las misiones
diplomáticas y otras organizaciones internacionales. "Por eso se espera
que todos los Estados miembros actúen en consecuencia para proteger la
inviolabilidad de las misiones diplomáticas", añadió el portavoz de Naciones
Unidas.
Otro de los informes apunta a que la NSA siguió espiando a la UE tras
cambiar su sede en septiembre de 2012 a la Tercer Avenida de Manhattan y tiene
en su poder planos de la nueva representación de Bruselas en Nueva York en los
que se detalla la infraestructura de telecomunicaciones.
Además, otra serie de
documentos internos difundidos este domingo por "Der Spiegel" indican
que la Agencia Nacional de Seguridad contaba con un programa de espionaje en 80
de sus embajadas y consulados en todo el mundo. El denominado "Servicio
Especial de Recolección", que en la mayoría de los casos se llevaba a cabo
sin el conocimiento del país anfitrión, tenía sedes en Fráncfort y Viena,
asegura la revista alemana "Der Spiegel", que no da lista de todos sus
emplazamientos.
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