Un rechazo a ese tipo de agresiones contra "cualquier Estado", y que figura en un párrafo de la declaración en el que se habla de "la guerra en Ucrania", no "contra Ucrania", uno de los asuntos que han hecho peligrar que se lograra el consenso.
Pero eso no interpreta el Gobierno español que sea un retroceso respecto a la declaración de la cumbre del G20 de Bali (Indonesia) celebrada el año pasado porque destaca que queda claro que todos los socios, incluido Rusia, aceptan una serie de principios y porque su agresión a Ucrania está ya claramente condenada por la comunidad internacional.
Considera que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov (que representa a su país ante la ausencia de su presidente, Vladímir Putin), ha acudido a Nueva Delhi con una actitud distinta a la que tuvo en la cumbre de Bali.
Las fuentes citadas opinan que Rusia no ha querido quedarse fuera de una declaración en la que se habla de paz y de otros principios básicos de la Carta de Naciones Unidas.
Con una larga duración de la guerra, el Gobierno español cree que Rusia está siendo consciente de que no la va a ganar tras haber perdido la batalla diplomática y que va llegando el momento de poder pensar en la paz.
Lo conseguido en esta cumbre opina que es un paso positivo para ello y resalta que todos los participantes en la cumbre prorrumpieran en un aplauso cuando el primer ministro indio, Narendra Modi, anunció que se había conseguido el acuerdo para la declaración.
Al papel del anfitrión, la India, otorga asimismo España una parte importante de haber logrado ese éxito.
Además del apartado relativo a Ucrania, el Ejecutivo español destaca también las referencias que la declaración de la cumbre hace a la arquitectura financiera y financiación internacional porque estima que hay "un salto muy importante".
También destaca otros pasos relevantes como los relativos a la lucha contra el cambio climático ya que, por ejemplo, se acuerda triplicar la capacidad de las energías renovables para 2030.