En el escrito, Venezuela hizo un llamado para que se adopten "medidas efectivas" a fin de prevenir y combatir el terrorismo en el mundo entero.
"Venezuela reitera su compromiso en la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, independientemente de los motivos y razones. La violencia y el terrorismo no tienen justificación alguna y deben ser condenados por la comunidad internacional", señaló el país caribeño.
El ataque contra una escuela privada de Lhubiriha, en la localidad de Mpondwe, a unos dos kilómetros de la frontera con la República Democrática del Congo (RDC), fue cometido por supuestos miembros de las ADF, un grupo rebelde de origen ugandés, que en la actualidad tiene sus bases en las provincias congoleñas de Kivu del Norte y Ituri, cerca de la frontera que la RDC comparte con Uganda.
Según el Barómetro de la Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), las ADF son responsables de al menos 3.850 muertes en 730 ataques perpetrados en la RDC desde 2017.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en la RDC (Monusco), con unos 16.000 uniformados sobre el terreno.