Una de sus nuevas películas es "The Family", dirigida por el
francés Luc Besson, la cual protagoniza con Michele Pfeiffer.
EFE | Viernes 16 de agosto de 2013
El
sábado 17 de agosto, el actor que creció en el mismo barrio de Little Italy
desde el que operaban los ficticios Corleone, cumple 70 años con al menos una
decena de proyectos en cartera y sin planes de retiro, pero lejos de aquellos
tiempos gloriosos en los que se ganó a pulso la categoría de
"leyenda".
Debutó
en el cine de la mano de Brian de Palma y Martin Scorsesse y, con ellos, Robert
de Niro revolucionó Hollywood en una época en la que la fábrica de sueños y su
"star system" habían entrado en punto muerto. El trágico Travis
Bickle de "Taxi Driver" (1976), el veterano de Vietnam de "El
Cazador" (1978) y, sobre todo, su mítico Jack La Motta de "Toro
Salvaje" (1980) conforman la mejor muestra de lo que fue su gran
aportación: personajes violentos y atormentados, con los que se comprometía a
fondo, aplicando las lecciones aprendidas en el Actor's Studio.
Si para
prepararse el papel de Travis trabajó tres meses como taxista en Nueva York, en
"Toro Salvaje" ganó casi 30 kilos para meterse en la piel del
boxeador retirado y en "El Padrino II" (1974) se refugió en Sicilia
para aprender italiano con el acento que requería su Vito Corleone. Dos de esos
trabajos le valieron a De Niro los dos Óscar que ha ganado en más de medio
siglo de carrera: el de mejor actor secundario por "El Padrino II" y
el de mejor actor principal por "Toro Salvaje".
Fue en los ochenta
cuando demostró por primera vez su faceta cómica en "El rey de la
comedia" (1982) o se puso en la piel de Al Capone en "Los intocables
de Eliot Ness" (1987). En la década siguiente siguió acumulando reconocimientos
por papeles como el mafioso Jimmy Conway de "Uno de los nuestros"
(1990), el catatónico paciente de Robin Williams en "Despertares"
(1990) o el vengativo Max Cady de "El cabo del miedo" (1991).
También
por esa época se estrenó en la dirección, una hasta ahora breve carrera que
empezó con "Una historia del Bronx" (1993) y que retomó en 2006 con
"El buen pastor", de la que varias veces ha anunciado secuelas que
hasta ahora no han visto la luz.
Y es que sus prioridades cambiaron con el
cambio de siglo y los atentados del 11-S, cuando De Niro se volcó en la
creación del Festival de Cine de Tribeca para tratar de revitalizar el sur de
Manhattan. La necesidad de fondos para financiarlo le empujó a embarcarse en
una serie de proyectos no siempre de calidad.
Fue así como se convirtió en el
suegro insoportable de Ben Stiller en "Los padres de ella" (2000) y
su segunda parte, "Los padres de él" (2004), pero también firmó
trabajos mucho más cuestionados como "Las aventuras de Rocky y Bullwinkle"
(2000) o "Showtime" (2002), entre otros.
En los últimos tiempos, el
otrora "toro salvaje" ha dejado patente su predilección por las
comedias, y con una de las más recientes, "El lado bueno de las
cosas" (2012), volvió a las candidaturas de los Óscar, aunque el suyo se
lo llevó finalmente Christoph Waltz.
Comedia también es la que estrenará este
otoño de la mano de Luc Besson, con Michele Pfeiffer como esposa, "The
Family", en la que vuelve a interpretar la variante de mafioso cómico que
tan bien le funcionó en "Una terapia peligrosa" (1999). O "Last
Vegas", una versión sexagenaria de "Resacón en las Vegas", que
le reunirá en la ciudad del juego con Morgan Freeman y Michael Douglas y cuyo
estreno en España está previsto para enero de 2014.
También volverá al boxeo en
"Grudge Match", junto a Silvester Stallone, y compartirá créditos por
cuarta vez con Meryl Streep en "The Good House", aunque uno de los
proyectos que más interés ha despertado es el que prepara para el canal de
televisión HBO sobre la vida del exfinanciero Bernard Madoff, condenado a 150
años de cárcel por la mayor estafa de la historia.
La larga lista deja claro
que el neoyorquino que hizo historia con improvisaciones como aquel inspirado
"Are you talkin' to me" tiene intención de celebrar el cambio de década
sin darse un respiro.
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