Opinión

Cambumbo en el Festival Nacional de Teatro

Cambumbo. (Foto: Fuente externa).
Giovanny Cruz Durán | Domingo 23 de octubre de 2022
Más allá de los acertados vestuarios, banda sonora, luces y maquillaje; hay un testimonio vivencial y social que agiganta el evento escénico.

Ciertamente «Cambumbo», en el bar Juan Lockward del Teatro Nacional como uno de los eventos estelares del Festival Nacional de Teatro, es un show. Es cierto que es una mascarada. En verdad es un espectáculo.

¿Pero eso le quita fuerza al documento cultural que nos proponen? ¿Le quita fuerza a la historia de dolor que hay más allá de la risa? ¿Es cierto que el divertimento disminuye al testimonio y la denuncia? Pienso que no. No hay manera que podemos disimular en «Cambumbo» la angustiosa trama que nos están proponiendo. Es verdad que lo disfrutamos hasta más no poder; pero también es cierto que, más allá de los acertados vestuarios, banda sonora, luces y maquillaje; hay un testimonio vivencial y social que agiganta el evento escénico.

No obstante, fuera de todas las bondades que encontramos en el entretenimiento, en «Cambumbo» hay una actuación de Franklin Soto que me obliga al aplauso. No tuve otro remedio. Evitó el clisé del gay. Se alejó del amaneramiento gratuito. Partiendo de la superficialidad aparente del personaje, lo dimensionó en la quejumbre, en la angustia y en su historicidad. Franklin Soto está, sencillamente, magistral. Sería una mezquindad no reconocerlo.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas