El representante de Rusia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Vassily Nebenzia, ha dicho este martes en una sesión extraordinaria que su país "no quiere un baño de sangre en Donbás" y ha asegurado que hay "un pánico infundado a la invasión de Ucrania" en los países occidentales.
Ucrania.- "Seguimos abiertos a la diplomacia, a una solución diplomática. Sin embargo, no tenemos intención de permitir un baño de sangre en Donbass", ha subrayado durante el encuentro, convocado por Occidente ante el desafío ruso a la comunidad internacional con el envío de tropas al este de Ucrania para "garantizar la paz" en Donetsk y Lungansk, que se han reconocido como territorios independientes.
Nebenzia ha manifestado que el este de Ucrania ha estado al borde de una nueva "aventura militar ucraniana" que Rusia no podía permitir y ha sugerido a las potencias occidentales que "se lo piensen dos veces" y no empeoren la situación.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha asegurado que el país "no tiene miedo de nada ni de nadie" y ha pedido a Occidente un apoyo "claro" y "efectivo" tras la "violación de la soberanía" de Rusia. La Unión Europea, Estados Unidos y la OTAN han anunciado sanciones por lo que consideran una "violación flagrante" del derecho internacional, la soberanía de Ucrania y los acuerdos de Minsk.
Ucrania sigue considerando las regiones de Donetsk y Lugansk, incluido las zonas controladas por los separatistas prorrusos, parte de su territorio, ha asegurado Oleksii Danílov, secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, y seguirá cumpliendo "sus obligaciones" con "todos los habitantes" de este territorio. El conflicto ha entrado en una nueva fase.