Relatos

12 de octubre, día del primer contacto de la resistencia indígena y de la diversidad cultural

Representación gráfica de la llegada de Cristóbal Colón a América. (Foto: Fuente Externa).

Soraya Franco

Domingo 11 de octubre de 2020

La República Dominicana tiene la oportunidad de enviar un gran mensaje de empoderamiento a nuestro pueblo y al mundo. 528 años después nos llegó el momento de reconocernos en nuestras raíces y orígenes, reivindicar nuestra cultura autóctona, indígena y afrodescendiente, porque después de todo somos los hijos de la tierra, al igual que nuestros ancestros. La palabra Indígena significa “aquel que está conectado a la tierra que lo vio nacer”. No es por casualidad que todos los pueblos indígenas le llaman Madre tierra a ese organismo vivo que nos da la vida y nos sustenta.



Santo Domingo.- Un día como hoy 12 de octubre con el primer contacto comenzó la resistencia en las tierras indígenas del nuevo mundo, un día como hoy llegaron las embarcaciones y ocurrió la invasión del llamado “nuevo mundo” en la antigua tierra de Abya Yala, el proceso “civilizatorio” de la colonización de América que trajo consigo la muerte, la esclavitud y la economía extractivista.

Para hablar de cultura hay que hablar primero del origen y significado de nuestras lenguas y cultos. La palabra “Cultura” proviene del latín Cultus, que abarca varios significados como culto, cultivar, proteger, honrar con adoración, cuidado de la tierra. ¿Culto a qué o a quién? Culto a los muertos, a los ancestros, a quienes se honraba y se les enterraba en la tierra, demarcando así los territorios ancestrales y creando el sentido de pertenencia a un lugar de la tierra, lugares sagrados donde se realizaban celebraciones y rituales convirtiéndose en las primeras manifestaciones culturales de los pueblos.

A su vez la palabra cultura deriva de la voz colo, que tenía gran cantidad de significados entre ellos habitante, poblador, trabajar o apropiarse de la tierra, de ahí surge la palabra “colonización” que tiene un triple significado de poblar, trabajar y apropiarse de la tierra. Según el libro “Dialéctica de la colonización”, de Alfredo Bossi, este menciona que la palabra “Conquistadores”, estuvo prohibida en 1556 y fue sustituida por “colono” que es aquel que se apropia y se adueña de la tierra ajena.

Nuestro pasado indígena no solo se trata de raza y lengua, sino también de un legado milenario que va más allá de 500 años de colonización y resistencia, un legado histórico que, de acuerdo con la última data arqueológica hecha en la región, tiene una tradición de más de 8000 años AC. Las fronteras culturales levantadas por el colonialismo permanecen muy presentes y las vicisitudes geopolíticas de la región todavía nos impiden la libre circulación de personas e ideas que necesitamos para ser una comunidad regional del Caribe sólida y unida. En el Caribe hispano se ha comenzado a reconocer la existencia de un substrato lingüístico indígena común en la lengua hablada en español, afortunadamente con la llegada del Internet y las fuentes abiertas, el acceso a los documentos históricos y las investigaciones científicas son mucho más accesibles, y a pesar de eso todavía a muchos académicos se le hace difícil desmitificar las “Crónicas”, sobrepasar el mito de la extinción indígena y la versión oficial hispanofilia de la Historia. Se ha llegado a creer que los indígenas fueron exterminados desde la llegada de los europeos, sin embargo, estudios arqueológicos y etnográficos han demostrado la supervivencia de las tradiciones y expresiones indígenas en el Caribe actual.

Así como cada pueblo afirma y se apropia de su herencia, de la misma forma con igual derecho y urgencia reclamamos nuestra herencia como parte legítima de nuestro patrimonio nacional y cultural a todas las expresiones históricas que han nacido dentro de nuestra isla y geografía. Es un compromiso social darse cuenta de la necesidad urgente de recuperar la memoria histórica y la importancia de reconocer nuestro valor para ser seres humanos plenamente realizados y libres.

Por ende, es vital repensar nuestra identidad con políticas culturales afirmativas que reivindiquen nuestra memoria histórica integral, introduciendo en la educación nacional una Historia actualizada donde todos estemos dignamente representados. Esto podemos lograrlo uniendo varios esfuerzos y haciendo un trabajo interdisciplinario de educación a través del patrimonio inmaterial y natural, realizando una museología educativa y colaborativa, recuperando las biografías de nuestros caciques, reconociendo los esfuerzos de la resistencia afro-indígena en las fiestas nacionales, rescatando nuestras recetas antiguas, remedios y curas legendarias (etnobotánica), reactivando los lugares sagrados y restituyendo los nombres originales como por ej. a la Maguana, “Plaza Ceremonial de los Indios”, instituyendo la recolección de la toponimia original de los lugares, los ríos, las montañas, la flora y la fauna endémica, estableciendo una gestión ambiental responsable en los parques nacionales y las cuevas que contienen el arte rupestre y los petroglifos de nuestros ancestros, protegiéndolos como patrimonio de la humanidad en peligro, estableciendo alianzas comunitarias e intersectoriales para la preservación de esos lugares y tradiciones, y finalmente declarando el día 12 de octubre como el día del primer contacto de la Resistencia indígena y la diversidad cultural . Este sería un buen marco para comenzar a impulsar el cambio en la autoestima y el amor a la tierra de las futuras generaciones.

Es impresionante ver como en nuestro calendario nacional no existe ni un solo día de fiesta en honor a nuestros ancestrales originarios, los espíritus de nuestra tierra.

Somos uno de los pocos países del Caribe y Latinoamérica que aún no ha reconocido plenamente sus raíces indígenas que permanecen vivas en nuestra gente y nuestra cultura, en abundantes manifestaciones intangibles y tangibles como en nuestro vocabulario, nuestra gastronomía, el casabe, los instrumentos de siembra, pesca y música, los petroglifos y las pictografías.

Formamos parte de una sociedad constituida en base a un genocidio que nunca ha sido reconocido como tal. Reconociendo las bases históricas y restaurando los elementos de nuestra identidad cultural podemos acompañar este proceso que estamos viviendo como sociedad. Reconocer y reapropiarnos de nuestro patrimonio es un gesto de sanación en sí mismo, es una reparación que no es sólo para nuestros taínos, sino para todos los dominicanos como sociedad.

Nos urge reconocer el 12 de octubre como el día del primer contacto de la resistencia indígena donde comenzó la invasión de América y la diversidad cultural que hoy formamos parte. Triada que representa nuestra herencia patrimonial Taina arawaka, afrodescendiente y europea.

Sobre Soraya Franco

Es diplomática, artista de la danza y gestora cultural.

Franco es además consejera para asuntos culturales para proyectos especiales de la UNESCO en la República Domkinicana y co-directora de CARIBEWA, ONG sin fines de lucro dedicada a la preservación y restitución del patrimonio cultural y natural originario.

Contacto: sorayafranco@gmail.com / Caribewa@gmail.com

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