Imprudencia ciudadana, un factor que podría poner en peligro la lucha contra el Covid-19

Desde la semana pasada, el Gobierno de la República Dominicana redujo el horario del toque de queda que se ha estado implementando en la nación caribeña desde marzo a raíz de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.

Santo Domingo.- La decisión, contemplada en el decreto 504-20, y que era esperada y exigida por gran parte de la población, indica que de lunes a viernes a partir de las nueve de la noche y hasta las cinco de la mañana, nadie puede salir de sus hogares, a excepción de aquellos profesionales de la salud, la seguridad, la prensa, y otros casos especiales. Mientras que los sábados y domingos el horario es de 7:00 de la noche a 5:00 de la mañana.

Sin embargo, a pesar de los pocos casos de contagios y de muertes que se han reportado en las últimas semanas, especialmente desde que la nueva Administración, encabezada por Luis Abinader, comenzó, existe un peligro latente que podría revertir esos pequeños avances para erradicar la enfermedad en el territorio nacional.

La imprudencia ciudadana ante esta crisis ha sido más que evidente. El día después de que el Poder Ejecutivo anunciara la reducción del toque de queda, cientos de personas fueron apresadas por precisamente incumplir esa disposición. Esas violaciones eran constantes, por no decir diarias, desde antes, cuando la restricción de horario era de 7:00 p.m. a 5:00 a.m.

Durante toda la semana pasada, las fuerzas del orden arrestaron a cientos de personas por romper el toque de queda. El segundo día la Policía Nacional reportó 864 apresamientos por el incumplimiento, más de la mitad sin mascarillas.

El psicólogo Iván Peralta apunta que la reacción de imprudencia y descontrol que ha caracterizado a gran parte de la población dominicana en el contexto actual, “evidencia una falta de valores familiares. Esos comportamientos son el resultado de desobediencia en el hogar a temprana edad y de inconsciencia”.

De su lado, la socióloga Altagracia Caminera asegura que este tipo de comportamientos “representan un riesgo muy serio, que reducirían los pasos hacia la eliminación de la enfermedad en República Dominicana. Mientras la sociedad siga rompiendo las reglas, no avanzaremos. La enfermedad seguirá mientras el irrespeto y la imprudencia sigan caracterizando el comportamiento del dominicano en medio de la crisis”.

Bailes, bebidas, aglomeración física y ausencia de mascarillas, es la práctica que se evidencia en muchos sectores del Gran Santo Domingo y comunidades de diferentes provincias del país, tanto en horario normal como en toque de queda, desde que la pandemia llegó al país. En las redes sociales abundan los videos de personas sorprendidas quebrantando la disposición.

A partir del 13 de julio, ante el incremento de aglomeración de personas en toque de queda, el Ministerio de Salud Pública dispuso el arresto de todo aquel que rompa esa orden, ya que, como dijo el pasado titular de esa institución, Rafael Sánchez Cárdenas, “mientras más personas hay en un espacio, más riesgo de contagio existe, por lo tanto, el distanciamiento social es vital para frenar la propagación del virus”.

Aliana Peñaló, emergenciologa, expresa que “estas prácticas de aglomeración no resultará en nada bueno. La gente debe entender que aunque los casos de contagios y muertes han bajado, la Covid-19 todavía sigue entre nosotros. No podemos descuidarnos”.

El nuevo Gobierno ha estado impulsado una serie de políticas con el objetivo de eliminar en su totalidad la enfermedad, no obstante, estas violaciones a la ley ocasionarían rebrotes, tal cual han reportado ciudades de Estados Unidos, España y China, donde hubo una reducción del horario del toque de queda igualmente.