España.- Peces, anfibios y reptiles son animales conocidos como ectotermos, que no pueden controlar activamente su temperatura interna y que se regulan con la del entorno. Frente a un aumento de temperaturas causado por el cambio climático, estos organismos experimentarán un incremento de su temperatura corporal que les traerá consecuencias. De hecho, los cambios ambientales ya les están alterando, según han demostrado varios estudios a lo largo de los últimos años.
Sus tasas de crecimiento son ya más rápidas cuando las temperaturas son más altas, y sufren estrés térmico con fenómenos extremos como las olas de calor. “Estas ponen a los animales fuera de sus preferencias térmicas, pudiendo incluso alcanzar sus límites de tolerancia a la temperatura. Cuanto más largas y frecuentes son las olas de calor, mayor es su impacto en la fisiología de los ectotermos”, explica a SINC Germán Orizaola, investigador en el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad de la Universidad de Oviedo.
Ahora, el experto, junto a un equipo internacional de científicos, ha revisado en la literatura científica otros efectos del aumento de la temperatura en peces, anfibios y reptiles. Los resultados de este artículo de opinión, publicado en la revista Global Change Biology, sugieren que habrá un impacto del cambio climático en sus tasas de envejecimiento.
“Las tasas de crecimiento más altas generarán desequilibrios fisiológicos en los ectotermos, aumentando por ejemplo el daño oxidativo a las proteínas y al ADN, lo que puede también afectar a los telómeros, las secciones repetidas de ADN no codificante ubicadas en los extremos de los cromosomas”, indica Orizaola. Los telómeros, que proporcionan estabilidad y protegen las secuencias codificantes de la pérdida al final del cromosoma, pueden acortarse o perderse cada vez que una célula se divide.
Cuanto más rápido se divida una célula y cuanto más altos sean los niveles de estrés oxidativo, más rápidamente se erosiona la longitud del telómero. “Dado que los telómeros protegen el ADN, cuanto más rápido se pierden los telómeros, más rápido se degradan las células y el organismo envejece. Este enlace claro entre cambio climático y envejecimiento se describe por primera vez en nuestro artículo”, detalla el investigador.
Este rápido envejecimiento provocado por el cambio climático puede tener graves consecuencias para las poblaciones naturales. “Una bastante clara es que si se reduce la esperanza de vida de los individuos de una población, su capacidad para producir descendencia puede verse comprometida”, alerta Orizaola.