A este martes se llega con casi descartada la opción de pagar como salarios la mitad de lo que genere el negocio en una campaña recortada, como dejaron saber cercanos a los equipos a mediados de mes, lo que enfureció al sindicato. En caso de que los directivos y los jugadores lleguen a un acuerdo, se estima que la temporada de la MLB iniciará a principios de julio.
Los peloteros que no están llevando estas vacaciones involuntarias dentro de los Estados Unidos, cuando retornen, no tendrán que entrar en una fase de confinamiento. Fuentes cercanas a las conversaciones como Chuck Garfien, de NBC en Chicago, aseguran que la alternativa que más consenso genera es que los jugadores aseguren el dinero prorrateado de una temporada de 162 partidos que se limitará a 80, pero una parte de este lo cobren a futuro y con intereses en caso de que los equipos no recauden este año lo suficiente.
Las estimaciones de los dueños les dicen que si juegan la campaña a puertas cerradas dejarían de ingresar US$4,100 millones solo por concepto de boletería, parqueos y ventas de productos en los estadios. Los jugadores responden que con la campaña recortada ya ellos dejarían de ganarse casi US$2,000 millones.