Madrid.- El buque de Médicos sin Fronteras (MSF) y Sos Mediterranée rescató en sólo unas horas a 629 inmigrantes y refugiados -entre los que hay 123 menores no acompañados y 7 embarazadas- de morir ahogados en el aguas internacionales siguiendo las indicaciones del Centro de Coordinación Marítima de Roma.
El barco había quedado a la deriva después de que Italia y Malta rechazaran su llegada. Desde España, tanto la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau como el alcalde de Valencia, Joan Ribó habían ofrecido esta misma mañana sus puertos, y finalmente será en Valencia donde atraque el buque tras la autorización del Gobierno.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha dado instrucciones para que España cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias. "Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer un puerto seguro a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional", señalan desde Moncloa.
Tras la coordinación con la Generalitat Valenciana, donde también gobierna el PSOE, se ha decidido que sea este el "puerto seguro" para el buque.
El barco llegará finalmente a puerto español, cuando sus provisiones ya escasean, y es que según los voluntarios, sólo queda comida para esta noche.