Se llama Ramón de Jesús Ferrer, que estará en el partido entre los Indios de Cleveland cuando visiten a los Tigres de Detroit. El choque será transmitido en el país a través de Digital 15.
Ahora, el criollo tiene el estatus de call-up umpire, es decir, que cada vez que un oficial del staff de MLB disfrute de su bloque de vacaciones o sufra algún percance físico, se abrirá la posibilidad de Ferrer subir a la Gran Carpa con el número 18 en su dorsal.
De 32 años, oriundo del paraje El Cacique, en Monte Plata, el trabajo de Ferrer convenció a la MLB en la pasada primavera cuando trabajó en 15 partidos.
Una vitrina a la que llegó por segundo año en fila para culminar un recorrido que empezó en la Dominican Summer League (2004), que lo llevó a Estados Unidos por primera vez cinco años más tarde (2009) y que lo tiene en la categoría Triple A desde 2012.
“Es un acontecimiento, es comparable al ascenso de Osvaldo Virgil (primer pelotero criollo en jugar en el Big Show, 1956) o algo así. Los árbitros nos sentimos bastante orgullosos, eso iba a ocurrir, Ferrer ha sido una persona de una trayectoria recta, se preparó para ese momento. La historia le va a reservar ese puesto, nuestro deporte debe estar contento, orgulloso de esa hazaña”, dijo Rafael Uribe, supervisor de árbitros en la liga otoño-invernal.
El camino que ha abierto Ferrer ya tiene candidatos para seguir abriéndolo. Hadley Acosta tiene programado trabajar a partir de junio en Clase A, mientras que Jeremy Paulino y Juan Manuel Rodríguez irán a final de año a una evaluación para postular hacia 2017.
Venezuela tiene a Manuel González desde 2010 y en 2015 sumó a Carlos Torres.