Vaticano.- “Sigo con viva preocupación el destino dramático de las poblaciones civiles involucradas en los violentos combates en la amada Siria, y obligadas a abandonar todo para escapar de los horrores de la guerra”.
“Espero que, con generosa solidaridad, se preste la ayuda necesaria para asegurar su supervivencia y dignidad, mientras hago un llamamiento a la comunidad internacional para que no ahorre ningún esfuerzo para llevar con urgencia a las partes involucradas, a la mesa de negociación”.
Después, Francisco dijo: “Sólo una solución política del conflicto será capaz de garantizar un futuro de reconciliación y de paz a ese país querido y martirizado, por el cual los invito a rezar mucho, y también ahora, todos juntos, rezamos a la Virgen por la amada Siria”.
A continuación, el Papa Francisco y los fieles en la Plaza de San Pedro rezaron un Ave María.
Por otro lado, Francisco quiso enviar además otro mensaje a los pueblos de Extremo Oriente con motivo de su Año Nuevo Lunar. “Y también mañana, en el Extremo Oriente y en diversas partes del mundo, millones de hombres y mujeres celebran el Año Nuevo Lunar”.
“Les deseo a todos que experimenten la serenidad y la paz en el seno de sus familias, que constituyen el primer lugar donde se viven y transmiten los valores del amor y la fraternidad, de la convivencia y el intercambio, de la atención y el cuidado del otro”.
“Que el Año Nuevo traiga frutos de compasión, misericordia y solidaridad. Y a estos hermanos y hermanas nuestros del Extremo Oriente, que mañana celebrarán el Año Nuevo lunar saludamos con un aplauso desde aquí…”, concluyó