Badajoz dice que, ¿So, Women simply don't pass the test? Es una silenciosa respuesta que llega desde un rincón del Caribe con poco más de un siglo de arte nacional, en el que paradójicamente las mujeres han jugado un importante rol desde sus orígenes.
"Basta pensar en los desnudos de Celeste Woss y Gil (1890-1985), las mitologías criollas de Ada Balcácer (1930), las redes (reverse cut-outs) volumétricas de metacrilato laqueado de Amaya Salazar (1951), el arte multimediático de Charo Oquet (1952), la maestría y facturación de artistas mid-career como Raquel Paiewonsky (1969), Scherezade García (1970), Tania Marmolejo (1975), Paula Saneaux (1981) o Hulda Guzmán (1984), por mencionar unas pocas, hasta el punto de que en el arte producido por mujeres se encuentran precisamente las propuestas más sólidas, escandalosas y arriesgadas del arte dominicano contemporáneo", expresa.
Continua detallando que de llenar este abismo, entre la importancia de la creación femenina y su presencia en galerías, se ocupa la muestra La, curada por Raúl Miyar, que se exhibe desde el pasado 5 de marzo en la galería Casa Quien, fundada por la artista Amy Hussein, en la zona colonial de Santo Domingo.
"Así de simple, resumida en un artículo, una sílaba minimalista pulsada con el arrojo de quien toca una nota en el arpa, la transforma en ballesta y lanza nueve saetas, nueve artistas de calibre internacional, siete de ellas dominicanas, vinculadas de una forma u otra con esa incubadora del arte que es Altos de Chavón", agrega.
El columnista resalta que lo importante en la incisiva metáfora de 'La', no es el sexo del artista sino la calidad de la obra, porque es en la facturación, y no en las dinámicas de género, que se enfoca esta muestra.
Luego de detallar de forma crítica, la obra de cada artista, el autor del artículo concluye manifestando que 'La' es una exhibición necesaria, que ojalá llame la atención sobre un interesante fenómeno del arte caribeño, pero en especial dominicano: las hijas de Calibán tienen las riendas. Y es, además, un homenaje a las obras de más de un centenar de artistas geniales, desde la Artemisia Gentileschi de Judith decapitando a Holofernes, hasta las monumentales arañas de esa escultora exquisita que fue Louise Bourgeois; artistas de las que al parecer, lamentablemente, Georg Baselitz nunca antes escuchó hablar.
Joaquin Badajoz es miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE); miembro del consejo de redacción Glosas (ANLE), RANLE (ANLE) y Otro Lunes (Revista Hispanoamericana de Cultura. Berlin/Madrid). Es columnista de The Miami Herald, editor de la página frontal de Yahoo y fundador y propietario de Spicand Proud (inactivo) e Hipermedia Américas (una empresa de producción multimedia con sede en Miami). Ha publicado tres libros acerca de la transformación y uso contemporáneo del español en la sociedad.