En declaraciones a la agencia EFE, Jones aseguró que Miss Universo “ha perdido su misión y su visión de proyectar a las mujeres”, pues los dueños habrían empleado el concurso para abrir puertas y desarrollar negocios ajenos a la naturaleza del certamen. La también ganadora de 1991 insistió en que el concurso es un “patrimonio universal” que debe gestionarse con transparencia y respeto hacia el público.
La presidenta de Mexicana Universal advirtió que las acusaciones contra Rocha y Jakkaphong ya afectan la percepción general del certamen: “Si las cabezas enfrentan ese tipo de señalamientos, es lógico pensar que todo permea hacia abajo”. Además, cuestionó la actual estructura directiva, describiendo a Miss Universo como “un ente etéreo” sin liderazgo claro, mientras el Gobierno de Puerto Rico —sede del concurso en 2026— busca reunirse con los responsables para garantizar transparencia.
Jones reconoció que la situación no solo le preocupa, sino que “también da miedo”, al considerar que la magnitud de los problemas internos supera lo que se sospechaba. En conferencias previas ya había declarado que Rocha Cantú “nunca debió llegar a Miss Universo”, pues su visión está “completamente alejada” del ideal de la marca.
A pesar del panorama, Jones defendió a la mexicana Fátima Bosch, actual Miss Universo 2025, y destacó que ella “no es síntoma de la enfermedad que atraviesa la organización”. Resaltó el mensaje que Bosch dio tras la polémica con Nawat Itsaragrisil: “Ninguna corona, ningún sueño merece tu dignidad”, como ejemplo de la esencia que debería preservar el certamen.lc