Santo Domingo.- La princesa Aiko de Japón celebró su cumpleaños número 24 en un año que ha marcado un punto de inflexión en su papel dentro de la familia imperial. La hija única del emperador Naruhito y la emperatriz Masako ha asumido más responsabilidades oficiales y protagonizó en noviembre su primer viaje internacional, con destino a Laos, en el marco del 70 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Durante su visita de seis días, Aiko recorrió lugares emblemáticos, se reunió con el presidente laosiano Thongloun Sisoulith y visitó instalaciones dedicadas a las bombas sin detonar de la Guerra de Vietnam, reforzando su imagen como representante activa de Japón en el exterior.
Aunque la princesa no posee derechos sucesorios debido a la ley sálica vigente, su creciente popularidad ha impulsado debates en la sociedad japonesa sobre la necesidad de revisar las normas de sucesión. Sin embargo, la primera ministra Sanae Takaichi se mantiene firme en su oposición a cualquier cambio, manteniendo al príncipe Hisahito como único heredero joven al Trono del Crisantemo.
Aiko también participó en actos oficiales de gran relevancia durante el año, como el banquete en honor al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y las recepciones a líderes mundiales en la Expo de Osaka, consolidando su papel como figura visible de la monarquía japonesa.lc