Ubicada en el emblemático número 30 de la avenida Montaigne, la galería ofrece una mirada íntima a la fascinación que Alaïa sintió desde joven por los diseños de Dior, los cuales descubrió en revistas antes de emigrar de Túnez a Francia en 1956. En sus inicios, trabajó brevemente en la casa Dior, antes de convertirse en una figura icónica de la moda en los años ochenta.
La muestra, comisariada por Olivier Saillard, director de la Fundación Azzedine Alaïa, destaca la meticulosa selección de piezas que el diseñador reunió en su búsqueda por entender las estructuras y volúmenes que definieron el estilo Dior. Esta colección permaneció oculta hasta la organización de su sucesión, tras su fallecimiento hace ocho años.
El segundo capítulo de esta colaboración abrirá el 15 de diciembre en la Fundación Azzedine Alaïa, donde se exhibirán en paralelo creaciones de Alaïa y Dior, evidenciando cómo el legado del inventor del New Look influyó en la visión artística del modisto tunecino.lc