El 13 de octubre de 2025, la ciudad de Sharm el Sheij, Egipto, fue escenario de un acto diplomático de gran trascendencia: la firma de un acuerdo de paz y alto al fuego entre Israel y Hamás, mediado por Estados Unidos, Egipto, Catar y Turquía. Este pacto marca un punto de inflexión en el conflicto palestino-israelí, que ha dejado miles de víctimas y profundas heridas en la región.
La ceremonia, presidida por el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi y el presidente estadounidense Donald Trump, reunió a más de veinte líderes internacionales, entre ellos representantes de Francia, España, Reino Unido, Jordania y la Autoridad Palestina. Aunque no estuvieron presentes delegaciones oficiales de Israel ni de Hamás, el acuerdo fue respaldado por los principales actores diplomáticos involucrados en el proceso.
Este acto remite a otros momentos clave en la historia de la paz en Oriente Medio, como los Acuerdos de Camp David de 1978, también firmados en suelo egipcio, que establecieron la paz entre Egipto e Israel tras décadas de conflicto. En esta ocasión, Egipto vuelve a asumir un rol central como mediador regional, reafirmando su vocación de puente entre culturas y naciones.
Durante el encuentro, se destacó el retorno de rehenes, el compromiso con la reconstrucción de Gaza y el inicio de una nueva etapa de negociaciones políticas. El presidente Trump calificó el acuerdo como “el comienzo de la era dorada de Israel y Oriente Próximo”, subrayando los avances logrados gracias al esfuerzo conjunto de los países mediadores.
Este acuerdo representa no solo el fin de más de dos años de enfrentamientos, sino también una oportunidad para reconfigurar las relaciones en la región y fortalecer los mecanismos de diálogo, cooperación y memoria compartida.