En todo el país, desde pequeños salones de barrio hasta reconocidos estudios de belleza en grandes ciudades, miles de peluqueras dominicanas han convertido su talento en un arte respetado, admirado y premiado. Este gremio, mayormente femenino, ha demostrado una capacidad inigualable para fusionar creatividad, técnica y pasión en cada corte, color o peinado.
Lo que muchos quizás no saben es que muchas peluqueras dominicanas han ganado reconocimiento fuera de nuestras fronteras, participando en importantes competencias de estilismo, colaborando con marcas internacionales de belleza y trabajando en pasarelas de moda en Nueva York, París o Milán. Otras han llevado sus conocimientos a nuevas generaciones, formando a estilistas en países como Estados Unidos, España y México, posicionando a la República Dominicana como una cantera inagotable de talento.
Además del dominio técnico, las peluqueras dominicanas se destacan por su calidez, su trato humano y su don para hacer que cada cliente se sienta especial. Son emprendedoras, luchadoras y creativas; muchas han iniciado desde cero y hoy lideran salones de prestigio o marcas personales que compiten a nivel internacional.
Este 25 de agosto no es solo una fecha para felicitar, sino para reconocer la trayectoria, el sacrificio y el impacto positivo que tienen nuestras peluqueras en la sociedad. Su trabajo va más allá de la estética: construyen confianza, identidad y autoestima en cada persona que pasa por sus manos.
Hoy, la República Dominicana rinde tributo a esas manos mágicas que, tijera en mano, también construyen futuro. ¡Feliz Día Internacional del Peluquero!
H.A.