Con mucho gusto presentamos una nueva edición del boletín del programa Contigo en la Distancia, un complemento pensado para acompañar las emisiones del programa, que ofrecemos con el deseo de inspirar a nuestros oyentes a profundizar en el mundo del bolero y la canción romántica. Sirvan estos textos como una invitación a conocer más acerca de los protagonistas de esta música maravillosa, sus compositores, sus intérpretes y las historias que en infinidad de ocasiones fueron el origen de canciones memorables. En esta ocasión rendimos homenaje a una pluma y voz femenina del bolero: Ema Elena Valdelamar.
Sintoniza Contigo en la Distancia todos los domingos, de diez de la mañana a doce del mediodía, con la producción y conducción de quien suscribe, Evelyn Del Carmen. Nuestras frecuencias son 102.9 FM en la zona sur y 95.1 FM en la zona norte. También están disponibles nuestra app Emisora Raíces y nuestra web emisoraraices.org.do, a través de las cuales se escucha toda nuestra programación.
Ema Elena Valdelamar: Un gran corazón y muchos besos
En 1945, una atrevida Ema Elena se presentaba en el concurso de aficionados de la emisora XEQ con su canción “Te seguiré amando”. Se había inscrito a escondidas de su madre, mujer de valores morales estrictos que se escandalizó al saberlo. A Ema, de personalidad contestataria, le hacía ilusión que su padre la escuchara de sorpresa en la radio. Dramas familiares aparte, la joven se alzó con el primer lugar del concurso, cuyo premio era que la canción sería grabada por Amparo Montes, una de las voces notables del momento. Poco después, el público que escuchaba la estación radial llamaba solicitando que colocaran la canción de los mil besos, y fue así como cambió al título “Mil besos”.
En 1949, la canción fue un gran éxito con el dúo Los Bribones y en la voz de María Victoria, cuyo arreglo de Juan García Esquivel se ajustó perfectamente al estilo aterciopelado y sensual de la cantante. Por ese año, llamó la atención otro éxito de la compositora: “Devuélveme el corazón”, también interpretado por María Victoria y Los Bribones. Este bolero, al igual que todas las canciones de Ema Elena tuvo inspiración en una historia personal.
María Victoria interpreta "mil besos"
Ema Elena contaba que había tenido una niñez muy bonita. Era la segunda hija del matrimonio entre los señores Darío Valdelamar y Victoria Casarín. Debido al oficio paterno (de contador y auditor de la compañía de ferrocarriles), en sus primeros diez años la familia vivió en diferentes provincias, hasta que regresaron a radicarse definitivamente en la capital mexicana, a mediados de la década de 1930.
Con apenas 7 años, Ema ya había comenzado a componer algunos poemas sencillos y a escribir cuentos infantiles. Siempre se sintió compositora, decía que era algo con lo que había nacido. Relataba que desde que tuvo uso de razón se aprendía las canciones, se interesaba en saber quiénes eran sus autores y en sus letras. Solía escribirlas en un cuaderno y si algo no le gustaba lo reescribía al lado, de la forma en que creía que debía ser.
En México, durante la primera mitad del siglo XX, los compositores masculinos –entre ellos Agustín Lara, Federico Baena, Gonzalo Curiel, Sabre Marroquín, Chucho Monge– tenían casi total dominio sobre la producción e interpretación de boleros. Solo un puñado de damas de pluma genial y mucha valentía se atrevieron a interrumpir ese dominio, mostrando coraje para decir en canciones lo que las mujeres de su tiempo no se atrevían. Eran María Grever, Consuelo Velázquez, María Alma y Ema Elena Valdelamar, quienes además abrieron puertas a otras compositoras.
Ema Elena era una mujer muy atractiva e inteligente a la que no le faltaban pretendientes. Tenía 18 años cuando conoció al señor que poco después inspiraría “Mucho corazón”. El caballero en cuestión era un cuarentón que la había conocido en el lugar donde ella trabajaba como cajera y la invitó a tomar un café. Ema asistió en compañía de una amiga chaperona y se molestó al darse cuenta de que su pretendiente andaba averiguando acerca de su pasado. La relación amorosa no se concretó y Ema escribió la canción “pensando en quienes no saben lo que es el amor”: De mi pasado/preguntas todo/que cómo fue/si antes de amar/debe tenerse fe/dar por un querer/la vida misma, sin morir/eso es cariño/no lo que hay en ti…
En 1950, Benny Moré –mientras aún residía en México, país al que había llegado en 1945– grabó “Mucho corazón” junto al cantante mexicano Lalo Montané, con quien conformaba el Dueto Fantasma. Celosa con las letras de sus canciones, Ema Elena solicitó estar presente en la grabación. Las repeticiones que tuvo que hacer Benny Moré lo disgustaron hasta el punto de jurar no volver a grabarla. Ella, por su lado, le agradeció con mucho énfasis su trabajo. El tema transcendió de inmediato y en Cuba se convirtió en un himno inmortal, resultando en el reconocimiento internacional de la compositora y la consagración de Moré en su tierra natal. “Mucho corazón” despertó interés y también fue grabado en otros idiomas.
Innumerables artistas han grabado “Mucho corazón” desde aquellos tiempos. Darío de León Valdelamar, hijo mayor y depositario del legado musical de la compositora, refiere que en su colección tiene alrededor de novecientas versiones en voces como las de Amalia Mendoza, Javier Solís, Daniel Santos, Benny More, Vikki Carr, Lola Flores, Sarita Montiel, Omara Portuondo, Olga Guillot, Julio Jaramillo, Manoella Torres y, por supuesto, Luis Miguel, que en los años 90 la trajo para deleite de nuevas generaciones.
“Cheque en blanco”, de principio de los años 60, es otro de los temas imprescindibles de Ema Elena, considerado por ella como su composición más popular. La canción fue creada en venganza a un pretendiente, un señor reconocido en el ambiente artístico y periodístico que la desairó frente a todos después de ilusionarla. Aunque la anécdota estuvo a punto de tener un final trágico, la canción se convirtió en un himno femenino de despecho. Fue grabada por Chelo Silva acompañada por el conjunto de Fernando Z. Maldonado y luego por Paquita la del Barrio. Hoy existen más de quinientas versiones de ella.
Ema Elena compuso y cantó canciones que no llegaron a ser tan famosas como las ya mencionadas, pero que contienen letras de amor, entrega o lamento, profundamente bellas y honestas, igual de exquisitas que sus canciones populares. En un tiempo de hombres, ella se preciaba de ser muy valiente en la manera de decir las cosas. Esto también provocó que le obstaculizan grabaciones y limitaran la inclusión de su música en la importante vitrina del cine mexicano. Ema decía que ser mujer compositora era un acto de rebeldía y no tenía reparos en compartir en canciones contundentes sus propias cuitas amorosas: “Mis canciones no son invenciones, sino experiencias”, decía.
“Casi te amé”, “Sin mañana ni ayer”, “Por qué no fuiste tú”, “Quien”, “Dos soledades”, “Mírame bien”, canciones todas con una historia detrás, son parte del repertorio de esta compositora y cantante que solía afirmar no tener suerte en el amor. Su canción más querida fue “Vivir sin ti”, inspirada en una persona a la que amó mucho y a la que decidió renunciar por su propio bien.