El presidente ruso, Vladímir Putin, renunció a una cumbre el jueves en Estambul con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, pero envió una delegación a lo que podrían ser las primeras negociaciones de paz en tres años.
El Kremlin frustró las esperanzas de la comunidad internacional al anunciar que uno de los asesores del presidente será quien encabece mañana la delegación rusa, igual que ocurriera en marzo de 2022 en la misma ciudad.
Por ese motivo, la participación de Ucrania en las conversaciones queda en el aire y depende exclusivamente de la decisión de Zelenski, quien tenía previsto viajar para reunirse el jueves en la capital turca, Ankara, con el presidente y mediador, Recep Tayyip Erdogan.
Putin versus Zelenski, seis años de espera
Mucho se había especulado estos días con la posible presencia de Putin y Zelenski en Estambul, pero el jefe del Kremlin nunca había insinuado que acudiría a la cita destinada a poner fin a la guerra en Ucrania.
No obstante, según avanzaban los días, se convirtió en rehén de su propia propuesta de reanudar las negociaciones directas para no declarar un alto el fuego de 30 días como le exigían Kiev y los europeos.
El líder ucraniano recogió el guante y le respondió que estaba dispuesto a reunirse en cualquier formato con su acérrimo enemigo, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también se pronunció a favor de esa posibilidad e incluso se mostró dispuesto a unirse a ellos para lograr un cese de las hostilidades.
Al respecto, Zelenski aseguró que eso sería de "gran ayuda", mientras el Kremlin comentó que seguramente estaría muy ocupado con los problemas de Oriente Medio.
No obstante, a Putin no le gustan los ultimátum ni las amenazas de la Unión Europea, que aprobó justo este miércoles el 17 paquete de sanciones contra el sector bancario y energético ruso, que entrará en vigor en caso de que el Kremlin no renuncie a un alto el fuego como primer paso para la paz.
Putin y Zelenski no se reúnen desde diciembre de 2019, cuando se vieron en París con mediación de Francia y Alemania.
Dicho encuentro fue un sonoro fracaso en el que quedó de manifiesto la profunda animadversión entre ambos mandatarios y el hecho de que sus posturas sobre el Donbás ya eran entonces irreconciliables.
El mismo jefe negociador que en Estambul-1
Putin eligió como negociador jefe a su asesor para asuntos culturales, Vladímir Medinski, más conocido por ser un propagandista con un ideario imperialista muy cercano al del jefe del Estado.
Medinski fue también el elegido para encabezar la delegación rusa en marzo de 2022, negociaciones que se extendieron hasta mediados de abril.
Entonces, el asesor de Putin aseguró que, por primera vez en muchos años, Kiev se había mostrado dispuesto a aceptar las demandas rusas.
No obstante, la supuesta matanza de civiles a manos de soldados rusos en Bucha, al norte de Kiev, precipitó los acontecimientos y el rechazo de Zelenski.