Ahora resulta que hay otros Giovanny Cruz

“En respuesta a @ClaudiaLopez y @Bogota Porque no les cobra a los informales impuestos, ellos abrieron todos los días!”

Ese texto no lo escribí yo, aunque podría sustentarlo. ¡Así… sin las faltas ortográficas, desde luego, y mejorado algo la redacción!

Sin embargo, desesperado aclaro que no soy ese “Giovanni Cruz”.

Llegué a creer, hasta hoy, que era la copa de agua en medio del Néguev. El único Giovanny Cruz del planeta. ¡Qué va!

Soy, eso sí, (sólo para precisar) el autor de Amanda, La Virgen de los Narcisos, Los Cuentos del Otro, Códices en las Cortesías de mi Libros; entre otros títulos.

Soy el papá de Jean-Paul, Fiora y Renata. El fanático incurable de sus cinco nietos y las Águilas Cibaeñas. El escorpión militante nacido en el Caimito de Moca.

El que admite que sus escritores favoritos son Ovidio, Tolstoi, Shakespeare, Cervantes, Camus y Borges.

Quien todavía siente fascinación por la belleza legendaria de María Félix.

El que escribió… “No es el amor, es el dolor lo que purifica al ser”. El mismo que asegura que para una dama los amados idos son sólo “ex”; mientras que para un caballero las damas que se alejaron no son ex, sino amadas en pausa.

Soy el hijo de Modesto y Estela. ¡Tengo que volver a aclararlo! El hermano de Andrés y Rafael. El amigo entrañable de Tony Raful, Mario Lebrón, José Enrique García, Exmin Carvajal, Carmen Heredia, Carlos Espinal, Manuel Herrera y Víctor Vidal. Soy el compadre de Grey de Raful.

Doy estas pistas para que no se les ocurra confundirse y eviten a los otros Giovannis que andan por ahí. Aunque tengo que admitir que no soy exactamente el camino. Ni, siquiera, la luciérnaga que algunas veces lo ilumina.

¡Qué calamidad tan grande!

Ahora resulta, luego de saber de otros “Giovannis”, que debo presentarme y aclarar que existo. ¿Quién lo hubiera creído?

Soy ese Giovanny que ha dicho que nada puede existir fuera de la Razón, que realmente venimos de una Singularidad o Curvatura del Espacio y jamás de una casualidad.

Creía que era el único, cuando apenas soy otro miserable Giovanny Cruz, aún ni vacunado y frecuentemente tratando de descubrirse en el abismo. Espero que pueda ser, al menos, identificado por algunas de mis obras e ideas.

Me preocupa no saber lo que esos otros con nombre parecido, van a escribir o decir en el futuro. ¡No voy siempre a refrendarlo! Que eso quede establecido.

No atino, siquiera, a identificar ese futuro que ahora me alarma. Esto, porque él, como nunca lograr iniciarse, probablemente tampoco exista. El pasado es, sólo, una negación del presente. Por lo tanto, como colonizadores del presente que somos, utilizamos pasado y futuro a manera referencial. ¡Tamaña angustia! ¿Existencialismo delirante?

¿Acaso pueden escribir así los demás Giovanis que deambulan en las Redes Sociales?

Un día de estos, lo estoy en serio sopesando, quizás hasta me cambie el nombre. Nada más el nombre.Yo, exactamente yo, no puedo cambiar mucho. Con esto que soy (genio y figura), tendré que rendir cuentas, espero que dentro de cien años, a un montón de helmintos.

Mientras, quiero asegurarles que soy, siempre ensombrerado, el Giovanny Cruz original… ¿O no?

En lo que indago la trascendencia mía, y la de los demás también, con un tipejo que gusta de los espejos, trataré de evitar que nos cierren el… ¡Telón!