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Asumir el liderazgo de un país en medio de la crisis mundial en la que nos encontramos es el mayor reto que un político puede asumir.
Asumir el liderazgo de un país en medio de la crisis mundial en la que nos encontramos es el mayor reto que un político puede asumir. (Foto: Cortesía)

Le damos el beneficio de la duda al actual Gobierno

Por Rosa A. Rodríguez C.
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roserodriguez17gmailcom/15/15/21

Asumir el liderazgo de un país en medio de la crisis mundial en la que nos encontramos es el mayor reto que un político puede asumir. Consciente de las condiciones en la que nos encontrábamos y dispuesto a asumir el reto, Luis Abinader decidió postularse como candidato, bajo un lema de cambio que el pueblo dominicano necesitaba escuchar.

Santo Domingo.- Precisamente, el discurso de cambio fue y sigue siendo una propuesta a la cual darle el voto de confianza, sobretodo tomando en cuenta la posición en la que nos encontramos debido a la pandemia.

Si nos vamos a las estadísticas, con el paso de los años, la República Dominicana se ha colocado como uno de los países con tasas de mayor crecimiento económico de la región. Según el Banco Mundial, el país registró –en promedio- un crecimiento del 5,3 por ciento anual entre 1993 y 2018, y entre el 2014 y 2018, el ritmo se aceleró a un promedio de 6,3 por ciento anual, llegando a alcanzar hasta un 7 por ciento en 2018.

Sin embargo, desde enero de este año, el panorama no ha sido el mismo. Debido a la crisis sanitaria, el aporte generado por los sectores económicos –especialmente el de turismo, exportación, zonas francas y Mipymes- se encuentran paralizados en un alto porcentaje; lo que se traduce en menos ingresos para el país y por lo tanto menos posibilidad de mantener estabilidad económica o reducción de la pobreza a nivel nacional.

Expongo estos datos para colocarnos en el contexto del desafío al que se enfrenta el actual Gobierno a propósito de las discusiones que han surgido luego de presentado el anteproyecto del presupuesto para el 2021, el cual, según se ha publicado, plantea un déficit significativo para de Gobierno Central, con respecto a lo proyectado para el cierre del 2020.

En el presupuesto, se presentan todos los gastos y posibles formas de recaudar dinero para contrarrestar el déficit. Precisamente entre las propuestas para generar ingresos, se propone la aplicación de nuevos impuestos –entre otros, a pagos realizados con tarjeta de crédito y también al sueldo trece o doble sueldo-, que como era de esperarse generó indignación y una gran controversia.

Sobre el debate en torno a este tema, lo positivo es que como dominicanos seguimos demostrando que el despertar que se evidenció en la protesta de la Plaza de la Bandera, no fue algo de un momento, sino que hablamos en serio cuando expresamos que no nos quedaremos callados ante las injusticias que quieran cometer contra nosotros como sociedad.

Aplaudimos la valentía de lucha por nuestros derechos y nos reiteramos en contra de que se creen más impuestos que al final, afectan a quienes forman parte de los sectores vulnerables, que, de por sí, han sido los más perjudicados con la llegada del coronavirus.

Sin embargo, entiendo que deberíamos de –como citamos más arriba- otorgar el beneficio de la duda a un Gobierno que tiene –a la fecha- 51 días de mandato, de los cuatro años que le otorga la constitución para dirigir y encaminar el país de la mejor manera posible en medio del desequilibrio mundial en que estamos.

Recordemos que, aún sin el covid-19, además de la inseguridad, los bajos niveles de educación y otros problemas sociales, el país estaba inmerso en deudas generadas, en la mayoría de los casos por la corrupción.

Seamos un poco más pacientes y coloquemos nuestra esperanza, primero en Dios y luego en los hombres. Hay que reconocer, que ningún gobierno es perfecto. Sólo el tiempo nos dejará ver los resultados de la visión y las propuestas presentadas por los actuales funcionarios. Solo debemos seguir atentos –como hasta ahora- a los proyectos de ley y las decisiones que se tomen para el pueblo.

Hasta el momento Abinader y su gabinete, han tomado medidas acertadas a favor de algunos sectores. Ahora les corresponde a ellos, demostrar que el discurso de campaña fue más que propuestas para llegar al poder; que están donde le colocamos para representarnos con transparencia y en beneficio de la sociedad. Mientras tanto, confiemos un poco en que las cosas pueden funcionar distinto.

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