Solo son hombres muertos caminando...

Parece como si Donald Trump, hubiese tomado lecciones sobre el realismo político en la Universidad de Chicago. No le perturba nada de lo que vendrá después; porque si fuera necesario, saldrá al encuentro, bien armado, de la misma forma y razón de las que se vale para las cosas presentes.

Hay algo que hemos aprendido en estas dos décadas del siglo XXI y que sugiere poca discusión: el porvenir inmediato está tejido de violencia y muerte, mientras Bruselas frivoliza con el Oriente Medio y con la peor ralea de asesinos islámicos infiltrados en la Unión Europea.

El poderío económico de Alemania parece haber enturbiado y confundido las entendederas y el buen hacer de su élite posmoderna que, anclada en la historia política del siglo pasado, intenta zaherir a Washington respecto a su foreign policy actual, y a Israel, que está bregando, día a día, desde el nacimiento del Estado judío, con asesinos mahometanos de primer nivel…

Es curioso que una Europa en decadencia, negociando el “adiós” de Londres a su insoportable burocracia, amenazada seriamente en el Mediterráneo por el Islam político más perverso y violento, y con alto riesgo de ser invadida por Rusia o China, no sepa cómo arreglar sus graves problemas, y “dicte” a Washington y a Jerusalem las fronteras que no le incumben.

Con los delirios de grandeza (el título de “Alto Representante de la Unión Europea” lo dice todo) rechaza el mapa de Oriente Medio, despreciando y mofándose del “Acuerdo del Siglo” que propone Donald Trump...

Estados Unidos, ha aprendido mucho de dos guerras mundiales y no se mortifica ni se preocupa siniestramente, por el tremendo desafío que supone enfrentar militarmente a varias potencias emergentes que han decidido derribar el llamado imperio americano.

Una forma de explicar el realismo en política exterior, según Hans Joachim Morgenthau, es decir la cruda verdad, cueste lo que cueste, aunque no le guste a nadie, y sea usted solo el que la diga…

Es, además, de extraordinario interés si usted, lector, quiere enterarse de algo que ocurre en este mundo y nadie se lo cuenta; ya que la diplomacia pierde la mitad de su narrativa por las bambalinas del “For your Eyes Only”; y el resto se difumina o se oculta entre los bastidores de la semántica.

Tanta razón llevaba, Hans Morgenthau, con el “cueste lo que cueste” que fue despedido, de forma fulminante, por Lyndon B. Johnson, el presidente americano al que servía, por haber criticado la “ridícula y ruinosa” Guerra del Vietnam...

Le hizo saber a su presidente que la Guerra del Vietnam era surrealista, un gasto económico desorbitado, miles de americanos muertos y ningún beneficio de ninguna clase. El realismo político lo llevó a decirle al inquilino de la Casa Blanca, que era -poco menos, palabras mías- que un idiota peligroso y despilfarrador.

Por otra parte, las múltiples variaciones asimétricas en torno a los conflictos militares solo son unos ingredientes adicionales a la tenue policromía de un teatro de operaciones que abarca todo el planeta Tierra y parte del espacio exterior; eso sin contar múltiples escenarios de una invisible zona gris...

Así que esas “verdades” no deben entenderse como un exabrupto, un deseo personal, o cualquier otra fruslería impropia de un estudioso, pues se trata de realismo político. Una cosa es intuir, y otra bien distinta es ver y comprender.

Les pongo un ejemplo. Ya se asegura abiertamente, en los laboratorios de ideas políticas de las grandes potencias, que el conflicto sirio solo se resolverá con la caída del presidente, Bashar el Assad…

Estas tres líneas expresadas, son una forma elegante de manifestar que no habrá paz hasta que Assad sea asesinado… El realismo político te llevará a investigar quién quiere al dictador de Damasco muerto, y quién está en disposición de asesinarlo...

No le quepa duda al lector de que es totalmente cierto que la Unión Europea quiere llevarlo preso a los tribunales. ¿Cómo lo harán? ¿Tan fuertes se creen los europeos que son constantemente ninguneados por un asesino mahometano en la presidencia de Ankara?

Vladímir Putin, desde luego, no se metería en un tiroteo por salvar el pellejo de Assad, pero sí respondería militarmente a los que intenten atacar sus bases en Siria… Moscú está en Siria para quedarse y sacar provecho económico; pues sus servicios, valen mucho dinero.

Así que el realismo político nos lleva a fijar la mirada no solo en Oriente Medio, sino en el patio trasero de los Estados Unidos… ¿Saben ustedes que el narco-presidente de Venezuela, Nicolás Maduro se le ha dicho más de mil veces que si no se entrega a la justicia americana debe atenerse a terribles consecuencias?

Es lo mismo que le dijeron, hace 9 años, a Bashar al-Assad… Incluso el actual rey de España, Felipe VI, le hizo una visita para advertirle que su idea de pertenecer al Eje de Resistencia Islámica, junto con grupos terroristas libaneses como el Hezbollah, y el Estado terrorista iraní, le llevaría a la destrucción de su país y a perder la vida...

A la vista está lo que es Siria hoy… La inteligencia americana y la francesa han puesto precio a la cabeza de Hassan Nasrallah, el jefe terrorista del llamado “Partido de Allah”...

Quizás el terrible empeño de construir en Teherán la llamada “Santa bomba islámica”, ha determinado que todo el Occidente haya advertido, con absoluta seriedad, que los ayatollah nunca conseguirán esa bomba nuclear; y eso lo saben Rusia y China…

En Estados Unidos se suele advertir que ningún asesino de judíos o de americanos, en Oriente Medio, escapará de la justicia. Nunca se librarán del ajuste de cuentas; pase el tiempo que pase…

Toda gran cultura ha llegado a construirse una especie de lenguaje secreto del sentimiento cósmico. Que solo entienden plenamente las almas que pertenecen a ella… Occidente ha leído y descifrado la narrativa mahometana de odio desplegado en todo el planeta…

Ahora tendrán que atenerse a las consecuencias…

Pero Washington no se queda corto y tiene en el punto de mira, a todos los narcotraficantes de Latinoamérica, a todos los terrorista sudamericanos y a todos los agentes estatales que se han aliado al terrorismo chiíta, en el continente americano.

Todos deberían entregarse y ser juzgados, o el realismo político los arrastrará como si un huracán los elevara hacia el cielo y los condujera al estercolero de la historia…

En el pasillo de los condenados a muerte se suele utilizar un lenguaje realista para que sea entendido por el condenado y por todos los demás, en la cárcel. Incluyendo a los funcionarios.

Solo son hombres muertos caminando...