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Virgen de Las Mercedes.
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Virgen de Las Mercedes. (Foto: Miranda González)

La devoción a la Virgen de las Mercedes Patrona del país

Por Virginia Roca Pezzotti
En la República Dominicana La Virgen de Las Mercedes es la Patrona del país y de la Isla de Santo Domingo. Cada 24 de septiembre los dominicanos celebramos esta fecha con regocijo, pues la Virgen de la Merced o Nuestra Señora de las Mercedes es una advocación mariana venerada por los católicos de la Bienaventurada Virgen María.
Nuestra Señora de Las Mercedes.
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Nuestra Señora de Las Mercedes. (Foto: Obra de Dustin Muñoz)
Santo Domingo.- La iconografía más generalizada, es la imagen de la Virgen de Las Mercedes de pie (tanto en pintura como figura de bulto o escultórica), vestida con una túnica blanca que remataba en su espalda con una capa igualmente blanca, en el pecho llevaba un escudo que era el de Barcelona: la cruz de San Jorge, patrón de la ciudad, y las cuatro barras rojas de Aragón en un campo de oro. En sus manos, las que les ofrece al feligrés, peregrinante, devoto, orante por la liberación, en sus manos está por lo general un escapulario con el escudo de Barcelona, y en ocasiones, sostiene en vez del escapulario, una cadena rota, simbolizando la liberación y el perdón de toda atadura humana o espiritual.

La devoción a la MADRE, como dadora de vida se encuentra en todas las culturas en todos los grupos humanos, y también se encuentra la devoción a la “divinidad” de lo femenino que es virgen, y que representa el centro, el omphalos, el hogar en tanto que juego regenerador de vida, porque da luz, cuece los alimentos, es signo sagrado de vida. Este es el caso de Histia en el parnaso griego.

La advocación mariana de la Virgen de Las Mercedes, surge para liberarnos de nuestro cautiverio humano, ese que nos ata a las falsas creencias, a las guerras que libramos con otros y a aquellas que libramos a lo interno de nosotros mismos, Ella, Las Mercedes, se yergue como liberadora, con el sostenido apoyo de Jesús fruto de su vientre como El Mesías, el hijo de Dios, el Yo Soy en la Trinidad del Padre y del Espíritu.

En un tiempo ya muy lejano, cuenta la historia que corría el 1218, cuando en Barcelona la Virgen de Las Mercedes se aparece a San Pedro Nolasco, al Rey Jaime I de Aragón, y al fraile dominico Raimundo de Peñafort, el deseo que ella expresa es la liberación de los cristianos cautivos en las guerras sostenidas con los musulmanes. Se crea una iglesia en su honor y la Orden religiosa en Barcelona.

Los Mercedarios llegan a América posterior a los Franciscanos, y en el devenir de su asentamiento, pasando por lo general por el puerto de la Isla de la Hispaniola, se fueron erigiendo templos y misiones en su honor, en toda América, siendo muy importante la presencia de la Virgen de Las Mercedes en la isla de Santo Domingo.

En el siglo XVI su iconografía estaba generalizada tanto en su postura como en su indumentaria, bien que aun hoy día en el siglo XXI se pueden encontrar variantes en el color de la vestimenta y puede estar sentada o de pie. La iconografía más generalizada, es la imagen de la Virgen de Las Mercedes de pie (tanto en pintura como figura de bulto o escultórica), vestida con una túnica blanca que remataba en su espalda con una capa igualmente blanca, en el pecho llevaba un escudo que era el de Barcelona: la cruz de San Jorge, patrón de la ciudad, y las cuatro barras rojas de Aragón en un campo de oro. En sus manos, las que les ofrece al feligrés, peregrinante, devoto, orante por la liberación, en sus manos está por lo general un escapulario con el escudo de Barcelona, y en ocasiones, sostiene en vez del escapulario, una cadena rota, simbolizando la liberación y el perdón de toda atadura humana o espiritual.

El escapulario lo puede llevar en el pecho, en una o ambas manos, en ocasiones en una mano lleva un escapulario y en la otra lleva el cetro de su reinado y poder. Puede ser que en algunas iconografías aparezca con el Niño Jesús en brazos, del lado que porta en su mano el escapulario, y el Niño Jesús también aparece con sus manos extendidas al creyente enseñándole y ofertándole un escapulario para su redención.

El escapulario es un objeto sacramental que antes era parte de la indumentaria o habito en las ordenes religiosas, está hecho de tela y es la escapula del habito que pende del pecho y la espalda. Este se fue reduciendo a una pequeña pieza preferiblemente hecha de tela, que pende por un hilo en el pecho y en la espalda, cual si fuera una medalla colgante con doble pendiente.

El escapulario dependiendo de su representación y consagración tiene determinadas indulgencias otorgadas por la Iglesia. Por ejemplo en el caso de la Virgen del Carmen, Ella prometió que el que porte su escapulario con las condiciones establecidas para hacerlo, al sábado siguiente a su muerte, este devoto Ella lo llevará al cielo, sin que tenga que pasar más tiempo de expiación de sus pecados.

En la República Dominicana La Virgen de Las Mercedes es la Patrona del país y de la Isla de Santo Domingo. Cuenta la leyenda que en el siglo XVI en el cerro que coronaba la ciudad primera de América, La Concepción de La Vega Real, en pleno Valle de la Vega Real, tal como le bautizara el Almirante, y teniendo al centro de esta nueva ciudad el Monasterio de San Francisco y la Iglesia donde se hiciera la primera Misa Nueva en el “Nuevo Mundo” por el maravilloso Fray Bartolomé de Las Casas; cuenta la leyenda, la que al parecer se generó por razones de carácter político, que La Virgen de Las Mercedes en medio de una batalla que hubo al pie de ese Cerro, hoy llamado el Santo Cerro, y a pocos metros del Monasterio de San Francisco y del centro de la Ciudad de La Vega, en aquella batalla la Virgen se apareció en un árbol de níspero, y permitió con ello que la batalla la ganaran los españoles.

Hacia finales del siglo XX, esta leyenda negra de la conquista y colonización generó un decrecimiento en la popularidad de la devoción de Las Mercedes, enclavada en el centro de la Isla de Santo Domingo, e inicio el aumento de la popularidad de la advocación de la Virgen de La Altagracia, vestida de los colores patrios de la bandera.

Ambas advocaciones marianas, representan aspectos de la Virgen María, pero vista desde el prisma multicolor del calidoscopio del amor de la Madre en todas sus vertientes. En el caso particular de la República Dominicana es el único país que tiene una Virgen que es su Patrona, Las Mercedes, y una Virgen que es su Protectora, La Altagracia, significando ambas: la Gracia de la Paz y la Liberación del dolor de una humanidad que aún no se eleva hacia el amor y el perdón de su liberación.

Nota: Virginia Roca ha sido una colaboradora muy apreciada y destacada de Diario Hispaniola.P
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