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¿Qué es y para qué sirve la “Ruta de la Seda”?

Por Alfonso M. Becker
martes 16 de mayo de 2017, 20:22h
Nada que se le parezca al legendario tráfico comercial que se llevó a cabo durante milenios por el continente euroasiático. Ni siquiera era una carretera o un camino señalado en el mapa sino una simple ruta que “se hacía al andar” como bien dejó escrito en su poema el poeta español Antonio Machado: “caminante, no hay camino, se hace camino al andar”… Un camino que de forma “natural” utilizaban los comerciantes, aventureros y mensajeros para moverse de un lado a otro por las estepas euroasiáticas; el más grande continente del planeta; y durante dos mil años, probablemente, el único continente conocido…

A través de Asia Central, las grandes civilizaciones del Oriente, intercambiaban bienes, personas e ideas con los europeos y su Mar Mediterráneo… Marco Polo y otros locos egregios de Occidente, se hicieron ricos viajando y comerciando por la Ruta de la Seda… Pero esa peligrosa ruta utilizada desde hace miles de años se fue al traste cuando los ejércitos de la cristiandad fueron derrotados por los asesinos islámicos de la época. Los turcos otomanos se hicieron con el control del Mediterráneo oriental en la caída y saqueo de Constantinopla privando, de esta forma, los mahometanos, a toda la Europa cristiana del flujo de mercancía que llegaba del rico y laborioso Oriente… Se acabó la Ruta de la Seda para todo el mundo. Los asesinos del islam espantaron a los comerciantes de Oriente y de Occidente...

Lo que desconocían los turcos era que la alta tecnología de la época, en manos de las naciones europeas, les permitió tener las más grande de las flotas de barcos que jamás se vieron nunca. Así que los Estados europeos no tuvieron más que dar la vuelta al continente africano por el Cabo de Buena Esperanza y abrieron e inauguraron una nueva ruta que hizo de Europa la potencia económica y militar que dio la vuelta a todo el planeta y lo conquistó. Pero la ruta de la seda que se ha puesto de moda y de la que todo el mundo habla y escribe no es esa… La Silk Road del siglo XXI es la gran estrategia económica y militar de la China de Xi Jinping para conquistar los mercados de todo el mundo. Disputando la hegemonía mundial a los Estados Unidos de América.

Xi Jinping lo hace con la chequera más abultada del mundo, con la economía que dispone de un efectivo inagotable, lo hace aprovechando las crisis económicas de uno y otro lado del planeta; porque China es la única nación del mundo que pretende dos cinturones “Silk Road”: uno marítimo por los Mares del Sur, Índico, Golfo Pérsico, costa africana, Golfo de Guinea, y otro por tierra que iría desde China hasta España con una ramificación desde Beijing hasta los puertos del Mediterráneo Oriental.

Si recuerdan el veredicto del Tribunal Permanente de Arbitraje de la Haya con respecto a las pretensiones chinas de controlar esa ruta marítima por el Mar de la China Meridional, apoderándose de islas ajenas, militarizando atolones y desplegando militares, asustando a los vecinos y poniendo en jaque a la US Navy, comprenderán enseguida que la “mala fama” de Beijing fomentando un enfrentamiento con los Estados Unidos y desobedeciendo leyes internacionales, ha llevado a Xi Jinping a desplegar todas sus riquezas y potencial económico “por tierra” contemplando redes ferroviarias, autopistas y muchos cientos de millones de dólares en infraestructura y servicios que extenderían desde el Estrecho de Bering hasta la islas británicas…

Si se hacen una idea general, China ya ha comprado voluntades y tiene potencial para ser el más grande de los gigantes económicos si cumple su proyecto que es contemplado por el Ejército Popular Chino como de “seguridad nacional”, es decir, les va la vida en ello y la victoria o la derrota militar en caso de confrontación con Estados Unidos que contemplado en todos los libros de texto como el principal enemigo militar de China… Las implicaciones de gran alcance hará ver a los lectores que no solo hay una gran competición económica global sino una gran guerra que afecta a todo el Middle East, Asia Central y que es un obstáculo para China y sus aspiraciones… Rusia también molesta a China porque tendrá que “compartir” el Transiberiano con Beijing y Moscú sabe de sobra que la nueva Ruta de la Seda, por mar o por tierra, se hace a expensas de Occidente y de Rusia; pues el que tiene la “Banca” se lo lleva todo… El proyecto de los chinos OBOR (One Belt-One Road) es un cinturón económico global propiedad de Beijing que salvará el crecimiento de China en medio de una crisis domestica, económica y social, en la que está a punto de caer…

Deben saber los lectores que el cúmulo de mentiras desplegadas por Estados Unidos respecto a Rusia o las supuestas fantasías de espionaje de Moscú y los demonios Putin-Lavrov, son la guerra de desinformación desplegada por Washington para confundir a sus enemigos en el Islam y en la filosofía de Confucio… Nada es lo que parece… y el vodevil en torno a Donald Trump es la necesaria cortina de humo para derrotar, sin grandes gastos económicos, a los yihadistas mahometanos financiados por Teherán, acabar de una vez con Bashar Al-Assad y el Hezbollah y entorpecer por todos sitios (tierra y mar) las “Silk Road” de los chinos...

El viaje de Donald Trump al Vaticano es para pedirle a Francisco que rece un poco por nosotros ya que Occidente se enfrenta a una China que crece y crece, cada día más, en lo militar y que no va a parar si no es presentando batalla a los Estados Unidos. Donald Trump llega a Europa para tranquilizar a los europeos y para recordarles que el socio “principal” de la Unión Europea es U.S.A. y no la China del Partido Comunista… La visita a Israel promete alguna “locura” de Trump y la estancia en Saudi Arabia es un abrazo a los aliados árabes de Riyad y el toque de “zafarrancho” contra Teherán…

Si alguien se preguntó ¿What is 'Silk Road'? La respuesta es el más grande movimiento militar de la historia de este mundo que Estados Unidos y la Unión Europea están obligados a torpedear… China quiere dominar todo el continente euroasiático como paso previo a un enfrentamiento bélico con Washington.

Y los chinos son tan listos, lo han hecho tan perfectamente bien, que nadie lo ve.

Salvo Estados Unidos que ha elegido a Donald Trump para que un “loco” en la Casa Blanca lo ponga todo patas arriba y le recuerde a China quién vigila el camino y de quién es toda la seda.
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